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Sección: Estado de Veracruz

La única apuesta a un sano periodismo es hacerlo crítico, señalando errores y sin callarse nada

- Al pronunciar discurso de guardia de honor, la periodista de alcalorpolitico.com, Claudia Montero, exhortó a autoridades a aceptar críticas

- La Independencia de México se tiene que replantear y criticar a la clase política que se convierte en un lastre social

Javier Salas Hern?ndez Xalapa, Ver. 07/09/2017

alcalorpolitico.com


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En esta época de descompromiso, la única apuesta a un sano periodismo es hacer de éste un compromiso social y crítico, que señale los errores y que sean aceptados tal cual por las autoridades; hacer un periodismo con valor, sin callarse nada, a pesar de los actos de violencia y represión hacia el gremio, manifestó la periodista Claudia Elena Montero Rivera.

Al pronunciar el discurso oficial en el marco de la guardia de honor ante el monumento a Miguel Hidalgo y Costilla con motivo del 207 aniversario del inicio del movimiento de Independencia de México, que correspondió al personal de alcalorpolitico.com, afirmó que este medio de comunicación seguirá trabajando como hasta hoy: con veracidad, puntualizando errores y aciertos reales.

“Como siempre lo hemos hecho, en la lucha por una total libertad de expresión”.



Actualmente, agregó, la Independencia que se festeja y se venera cada año es como la reinvención de un mito que no acaba de definirse como México; es preferible continuar con los discursos oficiales de Hidalgo, Morelos, Aldama, Guerrero, etcétera, pero no recordar los pendientes ancestrales en materia política, social, cultural y económica.

Sin embargo, aseveró que para eso está la libertad de expresión y de pensamiento, conjuntada con esa libertad de acción para seguir incidiendo, marcando, señalando y develando como lo hace el noble ejercicio del periodismo.

“Sí, aquel que no gusta, que desde el poder nos piden que nos portemos bien, al que los gobiernos les disgusta y dicen que somos los que alteramos la realidad; cuando nuestro trabajo es narrarla y fotografiarla, pero particularmente entenderla y publicarla, para que se puedan generar ciudadanos en un país como México”.



Montero Rivera emuló al periodista Ryszard Kapuscinski, quien dijo que: “el verdadero periodismo es intencional... Se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. El deber de un periodista es informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del otro…”

Agregó que en el actual contexto histórico, que es virtual, la Independencia de México se tiene que replantear desde sus cimientos y criticar a una clase política que cada día se convierte en un lastre social.

“Así como a una ciudadanía profundamente apática y a las instituciones públicas y privadas que dejaron de darle respuesta a la sociedad, porque todo apunta hacia una regresión y no regeneración; puesto que podemos actualizar la venta de cargos públicos como en la Colonia, que hoy se podría equiparar a la compra de las elecciones a través de los programas sociales para acceder a un cargo de elección popular y/o de gobierno”.



El proceso de Independencia fue de “ruptura y continuidad”, como la Reforma y la Revolución; una ruptura temporal con el pasado inmediato, pero con el peso de la continuidad de una cultura política que se arrastra hasta nuestros días, tal como lo escribió Octavio Paz en "El Laberinto de la Soledad", expuso.

“En nuestro país continúa la herencia del patrimonialismo, sí, aquella cultura gubernamental de los funcionarios públicos que siguen pensando que los presupuestos son suyos, al igual que los cargos y las prerrogativas que de ellas emanan”.

Así como la herencia de la simulación, herencia novohispana, en donde se simulaba el respeto a la autoridad, el respeto a la ley y la propia obediencia al Estado de Derecho.



El nepotismo, como la extensión del poder político, en donde la familia debe tener el privilegio a mandar por varias generaciones, aunque la ley lo prohíba. En fin, nadie exige el respeto a la ley.

“Y el autoritarismo como la negación estructural de la democracia, ésta aparejado de los ciudadanos imaginarios, una cultura de orden y mando, con una severa ausencia de diálogo propositivo y constructivo para salir del antagonismo propio de la política misma. Esto es México”, finalizó Claudia Elena Montero Rivera.