El presidente municipal de Yanga, Pascual Alvarado, asegura que la unidad deportiva de Yanga, que dejó inconclusa la exalcadesa Sara María López Gómez, no será utilizada como relleno sanitario; se arrojaron 10 viajes mientras se podía entrar al basurero de Tezonapa.
Explica que de los 10 viajes, se pudieron levantar bien seis, que se trasladaron al basurero y el resto que se había revuelto con lodo y tierra, abrieron una zanja y la enterraron, “que al mismo tiempo sirvió como relleno; más nunca con el fin de usar esta unidad como relleno sanitario como lo ha manejado la prensa local”, aseguró.
El problema, anotó, es que siempre que llueve, se dificulta la entrada de los camiones al basurero de Tezonapa y complica el servicio de la basura en Yanga y tenemos que buscar alternativas, acotó.
Al preguntarle sobre la situación financiera que enfrenta esta administración y si va a dejar deuda, Alvarado Martínez, aclaró que la mayoría de su deuda ya prácticamente está resuelta, aunque reconoció que quedará pendiente un pago al IMSS por $180 mil.
“En lo que se refiere al préstamo que hizo la pasada administración por $6.5 millones, quedará pendiente la parte proporcional que es de enero de 2014 a septiembre de 2014 y que tiene su vencimiento en las fechas antes mencionadas; que le corresponderá a la próxima administración”.
Dijo que fuera de ahí, Yanga está salvada; pero reviró, “y si surgieran otras deudas, se verá cuando se haga el corte, se le explicará a la próxima administración –a Gerson Morales-, y se le dirá qué se pagó y qué no se pagó”.
Al cuestionarlo si Pascual Alvarado no le quedó a deber al pueblo de Yanga en base a sus promesas de campaña, reconoció que no hizo lo que tenía que hacer y se escudó en la deuda que le heredó de la pasada administración.
Aunque dijo que jamás se imaginó encontrar un Ayuntamiento en esas condiciones, endeudado, hasta con los empleados, saqueado y con un fuerte rezago social.