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Sección: Vía Correo Electrónico

La violencia de los porros era pagada, protegida y dirigida desde el Gobierno

- Se refiere a la columna de Reyes Isidoro, de que Murillo Vidal orquestó lo de “Muera el mal gobierno”

- Pedro Lizárraga atestiguó que denigraban a verdaderos estudiantes que luchaban contra la represión oficial

19/09/2019

alcalorpolitico.com

Estimado Señor Director

Con motivo de la emulación hecha por el gobernador Cuitláhuac García de la proclama original de Miguel Hidalgo “Muera el mal gobierno”, el periodista Arturo Reyes Isidoro recuerda que su ex jefe, Froylán Flores Cancela, sub director del Diario de Xalapa en esos tiempos fue testigo de la reunión del gobernador Rafael Murillo Vidal con un grupo de porros. Por absurdo que pudiera parecer, el viejo gobernante coordinó las consignas que exhibirían sus pupilos, incluyendo la misma que lanzara hace unos días Cuitláhuac.

En una semana estaremos recordando la masacre de Tlatelolco en 1968 y la feroz represión desatada por el gobernador Fernando López Arias el 26 de septiembre en contra de estudiantes y maestros que se habían solidarizado con sus compañeros de la capital.



Los dos hechos me hacen revivir escenas de grupos porriles en la capital veracruzana. Eran pagados, protegidos y dirigidos por políticos profesionales. Atracaban tiendas, robaban a ciudadanos, pero sobre todo denigraban a los opositores de sus mecenas o salían a promover su imagen. En mi calidad de estudiante ví a personajes como Carlos Domínguez Milián, director de la preparatoria Artículo Tercero; el subsecretario Manuel Carbonel de la Hoz, o Rubén Darío Mendiola, director de Enseñanza Media, disponer de grupos porriles y mandarlos a realizar desmanes. Bueno, como nos hace ver el periodista Reyes Isidoro, hasta el gobernador.

Las bandas sembrando el terror, también sirvieron para desprestigiar a verdaderos estudiantes que luchaban contra la represión oficial, desapariciones, muerte de opositores y medidas antipopulares. La violencia viene de muy atrás, aunque bajo otras formas.

Aparte, pero sobre lo mismo, quiero referirme a la relación entre periodistas y los poderosos. En estos días han aparecido sabrosas reseñas del libro El vendedor de silencios de Enrique Serna. La novelización de la vida de Carlos Denegri, periodista insigne de los 50 y 60, da cuenta del manejo de la información, a conveniencia de quien la pueda pagar.



Eso lo digo, porque me gustaría saber qué escribió el reconocido Froylán Flores sobre los actos de su amigo Murillo Vidal.

Xalapa, Ver. 20 de septiembre, 2019.

Con el aprecio de siempre



Pedro Lizárraga Cuevas.