Lamenta Cambranis que AMLO reduzca a chantaje el problema que enfrentan universidades

El diputado local del Partido Acción Nacional (PAN), Enrique Cambranis Torres, señaló que imponer un incremento al presupuesto de universidades públicas, en términos de la inflación, no es coherente con la cobertura universitaria que prometió el Gobierno Federal y tampoco que se anunciara un déficit para pagar la nómina y cerrar el año en las escuelas superiores.

Durante entrevista, el Legislador apuntó que son miles los universitarios que reclaman medidas serias respecto a sus condiciones de educación y no más controversia política y mediática. “La preocupación de los jóvenes es real. No se les está garantizando una educación de calidad, ni un proyecto serio”, expuso.

En este sentido, calificó como errónea la postura del Ejecutivo respecto a este paro de labores en las universidades del país.



“Reducir a chantaje un problema real, para miles de estudiantes y maestros, me parece una irresponsabilidad, pues no sólo se manifestó una institución, sino una gran cantidad en todo México. Es necesario dejar decir que detrás de cada problema se oculta un grupo de presión enemigo”, afirmó.

Y es que dejó en claro que las medidas de austeridad no deben perjudicar las actividades de alto beneficio académico, como la organización de congresos e intercambios académicos.

Además, definió como sorprendente la afirmación del Presidente, de no importarle “que se pare el país”.



“Era de esperarse un planteamiento así. Luego de años apostando al secuestro de los espacios públicos, de paralizar ciudades y afectar a miles de personas, no es extraño que el actual gobierno manifieste indolencia por las consecuencias de este paro generalizado”, dijo.

Hasta ahora, se sabe que al menos 25 universidades y 45 sindicatos universitarios se han manifestado suspendiendo labores por esta situación; así mismo 9 instituciones de educación superior solicitan un rescate financiero en Morelos, Zacatecas, Nayarit, Tabasco, Oaxaca Michoacán, Estado de México, Sinaloa y Chiapas, lo que se traduce en alrededor de 300 mil alumnos sin clases.