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Sección: V?a Correo Electr?nico

Lamenta trato irrespetuoso y el comportamiento de policías en el retén de Coatepec

No llevaba la tarjeta y pidió que le levantaran la infracción; le dijeron que se llevarían su unidad

18/07/2012

alcalorpolitico.com

Psicólogo Joaquín Rosas Garcés.
Director General:

Felicito al periódico por canalizar diversas inquietudes ciudadanas, envío la presente, con la esperanza de ver que se difunda.

El día sábado, como a las dos de la tarde, me dirigía a Coatepec, sucede que me tocó la mala suerte de pasar a revisión en el retén que se encuentra situado en la carretera, hombres tapados del rostro como ya nos hemos acostumbrado a ver desde hace tiempo en Xalapa (desgraciadamente, POLICÍAS, guardianes del orden)

Me pidieron mi tarjeta de circulación y por descuido (lo acepto) se había quedado en el folder de mi cambio de placas; sin embargo, asumí la responsabilidad y con estas palabras me dirigí al policía que me requería el documento: “Comandante, asumo mi responsabilidad y levánteme la infracción, la pago, no hay problema”. Ante esto, me sorprendió escuchar a esta persona decirle a su superior: “Dice esta pinche vieja, que le vale madre que le levantemos la infracción”. Cuando lo escuché, confieso que entré en cólera, mi trato hasta ese momento había sido cordial por el temor casi natural que les tenemos a nuestros ya famosos policías veracruzanos y palabras más palabras menos expresé: “A ver, a ver, yo nunca le dije eso al policía, jamás. ¿Por qué está mintiendo? Por eso en lugar de tenerles confianza, les tenemos miedo, por eso no podemos avanzar en Veracruz.”

El Comandante se dirigió hacia mí y seguimos emitiendo una serie de frases que hoy me parecen tan trilladas. Hizo su aparición el agente de Tránsito, que se iban a llevar mi unidad. En mi desesperación llamé a mi hijo para que me llevara el documento y mi hijo acabó chocando su coche desesperado por llevarme los papeles para no ser detenida mi unidad. A estas alturas, en la Xalapa que vivimos no sabemos qué puede pasar.

Se me acercó el agente de Tránsito y me sugirió pedirle perdón al Comandante del retén, creo y, pregunto: ¿Le tenía que pedir perdón cuando jamás le falté al respeto, cuando ellos mentían sobre mi actitud? ¿Acaso no estaba implícito el temor que les tenemos? ¿Por qué? ¿Por el simple hecho de ser mujer o porque un arma te da el poder de sentirte superior?

No le ofrecí disculpas al Comandante, lo siento, no era justo. Entonces, para amedrentarme más, nos llevaron a Coatepec, para que mi unidad se quedara en el corralón. Nos atendió un Comandante que afortunadamente sí sabía de sus derechos y obligaciones, escuchó mi declaración y entendió que no había ningún caso que atender y me comentó: “Señora, disculpe esto, puede retirarse.”

Me retiré, pero ahora tengo que atender las consecuencias del accidente provocado por la prepotencia de nuestros policías. ¿Les ha pasado algo así en un retén? ¿No se supone que los retenes son para detectar a los “malos”? Acepto, no llevaba mis papeles en regla, pero considero que fue un exceso la forma como me trataron.

No quiero generalizar y sé que hay seres humanos que portan el uniforme de policías y de agentes de Tránsito y son excelentes seres humanos. Y asumo mi responsabilidad hasta donde me toca.

Ma. Laura Lagunes Rodríguez.