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Sección: Estado de Veracruz

Lamenta Villoro que muchas víctimas de la violencia se queden en el olvido

- Advierte necesario trabajar para conocer los destinos de estas personas, como se hace en otros países

- Presentó “Los culpables” en la FILU, donde refirió los siete relatos que componen su obra

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 28/04/2013

alcalorpolitico.com


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"Es necesario un espacio para la memoria, como lo han hecho muchos países como Argentina. En España se ha trabajado mucho en las víctimas del terrorismo, nosotros necesitamos conocer los nombres y los destinos de estas personas", señaló el escritor Juan Villoro luego de que admitiera que hay muchas víctimas de la violencia que se quedan en el olvido.

Con ilustraciones de Alejandro Magallanes, se presentó la edición del libro "Los culpables" de Juan Villoro, editado por Almadía, quien refirió como su iguana.

"Es un libro que surgió a partir de la curiosidad que tengo por la palabra; hay muchas cosas que podemos decir de manera natural. Ciertas películas y series fracasan porque tratan de ser un espejo de lo que se oye en las calles", comentó.



En el marco de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), el autor dijo que hay posibilidades espontáneas y con una voz natural se buscó que ninguno fuera escritor profesional y son narradores que se encuentran contando historias porque no les queda más remedio.

Son siete relatos que usan la confesión para descargar las culpas, sin embargo la confesión literaria compromete; “quien calla una palabra es su dueño y quien la pronuncia es su esclavo, por eso los personajes acaban siendo responsables de literatura de lo que han dicho”.

Uno de los personajes de Villoro es un mariachi con complejo de culpa, porque con una prótesis lo hacen un semental. Es un mariachi exitoso que está harto de serlo, por ello empieza a buscarse a sí mismo, pero se extravía.



Muchos otros cuentos están narrados por personajes similares: un guionista fracasado, un ejecutivo que pierde aviones.

"Muchas veces nos enfrentamos con una persona y decimos sólo una parte de la historia, guiados por la necesidad de justificarnos por la fuerza de la historia que se arma, decimos lo que pensábamos silenciar, hay algo en la dinámica del idioma que nos obliga a completarla aunque nos veamos mal", comentó.

Por eso el lector encontrará su propia versión de la historia al leerlo, una vez que se pronuncia una palabra, se convierte en su esclavo.



Sobre el tema de la culpa, dijo que los personajes dicen algo y se echan la culpa, pero hay otro sentido, que es el de sentirse culpable por la propia culpa, la responsabilidad del testigo, que he de sentir que forman parte de ellos.

No falta el sentido del humor, ya que hay cosas que no faltan como los automóviles. En uno se convierte en un transporte para llevar gente indeseable; en otro en una caja de Pandora; en otro, alguien compra una iguana y el coche se convierte en el símbolo de la iguana.

De esta edición especial se imprimieron mil 500 ejemplares. Durante la presentación estuvo acompañado de Guillermo Quijas y Rodolfo Mendoza.