Las obras son de la gente, pero la responsabilidad es de los políticos: Amadeo Flores

En la frontera con el estado de Puebla, las cosas parecen no haber cambiado mucho. El barro se convirtió en asfalto y poco a poco, después de muchos años, el polvoriento camino a esta comunidad se ha convertido en una carretera. Sin embargo, las carencias siguen ahí.

Curiosos y esperanzados, decenas de personas se acercan poco a poco a la pequeña plaza cívica. Se escucha con insistencia la música que revela la presencia del candidato del PRI a diputado federal. Amadeo Flores Espinosa camina entre el fango que ha dejado la lluvia del día anterior. Lo reciben hombres y mujeres por igual; es una limpia mañana que sin embargo, no logra ocultar la pobreza.

El mitin se convierte en una anécdota recurrente. José Palacios, ingeniero, dedicó largas jornadas a hacer el trazo que hoy une a los estados de Veracruz y Puebla, un poco más arriba de Elotepec. Hoy, dos décadas después, encabeza el PRI en el municipio y lamenta que el esfuerzo de tantos años, de pobladores que ya no están porque emigraron o murieron, se haya convertido en el botín político tanto del gobierno municipal como de las autoridades federales.

Pero en cambio, han hecho oídos sordos a lo que aún falta. A mejorar la escuela primaria que, derruida y sucia, ha sido testigo de la fiebre electoral de los últimos años; de promesas que se lleva el viento de la montaña; de las frases que se repiten una y otra vez para intentar sustituir la voluntad por cumplir los compromisos.

Las obras no son de los políticos, son de la gente, dice Amadeo Flores. “Lo que hoy tiene Elotepec es resultado del trabajo de su gente, lo que falta por hacer es responsabilidad de los gobiernos”. La gente espera de sus autoridades las herramientas para forjar su desarrollo, nunca canonjías por afinidad política. Por ello, el candidato priista se comprometió a trabajar porque los recursos lleguen a la gente sin condiciones.