Le alegra la inocencia del Padre Muñiz; que se castigue a quienes lo inculparon

Estimada Ylia:

Nobleza obliga, vistos todos los antecedentes que un simple mortal como yo puede ver en una causa penal y ajustado a las normas del bien común, manifiesto mi beneplácito de que el padre Rafael Muñiz haya salido libre de toda culpa. He dicho y seguiré haciéndolo, que no hay espacio para pederastas en ninguna parte, sean civiles, militares policías o sacerdotes.

De ahí que cuando me entero de las acusaciones y detenciones de pederastas exijo y exigiré todo el peso de la ley contra ellos.

Es lamentable que las autoridades judiciales del Distrito Federal, en este caso, hayan inculpado a un inocente al que no se le ha podido demostrar delito alguno. Bien por el sacerdote, mal por las autoridades.

Con la misma fuerza exijo que se sancione y castigue a quienes inculpan sin pruebas a alguien para después dejarlo en libertad como si nada hubiera pasado.

Me alegra de verdad que el padre Muñiz sea inocente, lo digo de verdad porque no puede haber nada peor que quien debe ser ejemplo de moralidad, en este caso los sacerdotes, sean delincuentes.

Padre Muñiz, sepa que no ha habido nada personal en mi exigencia de justicia. Ésta ya se hizo y me alegra mucho que sea usted inocente.

Atentamente,

Gonzalo Vidal