Le dan el último adiós al exlíder cañero asesinado el viernes en Yanga

Los restos del exsecretario general de la Unión Campesina Independiente del ingenio Central San José de Abajo, Jesús Ramos, quien fuera emboscado y acribillado, donde sus tres hijos también salieron lesionados; fueron llevados para escuchar la misa de cuerpo presente en la parroquia de San Lorenzo en Yanga.

Desde antes de las 14:00 horas de este sábado, empezaron a llegar amigos de la política, familias de abolengo de esta zona y personas que lo conocieron, se hicieron presentes.

El contraste era diametral porque mientras una pareja salía de unir sus vidas, entre abrazos y felicitaciones, afuera esperaban caras de dolor y angustia para entrar acompañar el cuerpo del exdirigente cañero, Jesús Ramos, mejor conocido por todos como “Chucho”, de quien aseguraban que era una persona tranquila, que no se metía con nadie, pero al mismo tiempo se preguntaban, quién sabe qué pasó.



Lo que se pudo saber que Jesús Ramos vivía en Yanga, pero tiempo después se fue a vivir con su familia al racho de la familia, que se encontraba al fondo de la localidad de Los Mangos.

Entre sus conjeturas, comentaba la gente que seguramente fue un ajuste de cuentas, porque los sicarios no los asaltaron, no intentaron secuestrarlos, simplemente rafaguearon la camioneta color blanca en donde viajaban Chucho y sus tres hijos, Arleth, de 16 años; Jesús, de 22 años y Jennifer, de 17 años; quienes también recibieron impactos de bala, que hasta el momento la más grave de salud es Arleth y que se encuentra entre la vida y la muerte.

Después de más de una hora que duró la misa de cuerpo presente, entre pésames y despedidas de sus amigos, el cortejo fúnebre salió poco a poco para enfilarse hacia el panteón municipal y darle el último adiós al exdirigente de la UCI del ingenio Central San José de Abajo.



En el cortejo se pudo observar al alcalde electo, Polo Crivelli, sus padres, la familia Gordillo; el exsecretario general de la CNC, Gregorio Romero Rincón; cañeros de Providencia, familiares y amigos.

Entre murmullos, la gente decía, “en Yanga se soltó el diablo”; “ya no hay moral”, comentaban; porque este viernes casi a la misma hora que ejecutaron al exdirigente cañero de la UCI, habían encontrado los tres cuerpos de los jóvenes ejecutados, que por cierto, dos ya fueron identificados.