Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: V?a Correo Electr?nico

Le pide a Auditor del ORFIS que solucione problemas provocados por su hija en SEDARPA

- Lamentó las declaraciones de “Toño” Portilla, de que renunciaría si funcionarios no se apegan a la ley, pues su hija no lo hace

- Comenta que abusa de empleados y los despide sin motivos

13/06/2013

alcalorpolitico.com

Favor de publicar esta carta a la redacción, mi nombre es Ernesto Rebolledo y mi número de teléfono es (…). Gracias

Contestación a declaraciones de titular del ORFIS

“Si ORFIS no logra que funcionarios se apeguen a la ley, renunciaré: Toño Portilla”.



“No actuaré por caprichos, estados de ánimo y mucho menos por signos partidistas”

Éstas fueron las declaraciones hechas por Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, titular del ORFIS, el día de ayer en entrevista.

Los ex trabajadores de la SEDARPA que hemos sido víctimas de la falta de ética profesional de su hija, Ana Elena Portilla Palacios, como ciudadanos y trabajadores del Sector Público, nos sentimos burlados por tales afirmaciones por las siguientes razones:



Las quejas que ingresamos en la Contraloría General del Estado cuando el actual Titular del ORFIS estaba en dicha dependencia como Director General de Control y Evaluación, por abuso de poder y faltas administrativas en contra de Ana Elena Portilla Palacios, Jefa de Recursos Humanos de la SEDARPA, fueron detenidas y desaparecidas por Toño Portilla como por arte de magia, violando todo tipo de leyes y ética profesional y peor aún amenazando a los que se atrevieran a seguir “molestando” a su hijita.

Son ya dos años que hemos permanecido inconformes con el actuar administrativo de la funcionaria influyente, hemos presentado argumentos suficientes para que sea cesada del cargo que ha utilizado de manera personalista y abusiva, sin que hasta ahora hayamos sido atendidos por autoridad alguna, ya que todos los funcionarios que pudieran acabar con nuestro martirio, desde Finanzas hasta la SEDARPA, de alguna manera están relacionados con su influyente padre, pues actualmente es nada menos el encargado de auditarlos.

La funcionaria pública se ha dedicado a acosar, abusar, afectar y amenazar a sus empleados, tan sólo en su propio departamento no logra establecer la armonía, que de menos en toda la dependencia, en la que sus allegados son beneficiados con altos salarios y los que no tienen la fortuna de contar con su amistad, preferencia o compadrazgo son despedidos, removidos de sus áreas de trabajo y afectados en sus prestaciones.



Y aun con todo esto, ¿su padre es capaz de hacer tales declaraciones? Cierto es que el ORFIS audita recursos públicos, pero ¿qué podemos esperar de nuestro auditor en su actuar si desde la Contraloría General en su entonces cargo frenaba quejas en contra de su hija, actuando de manera antiética y personal?, ¿cómo puede poner orden en las dependencias y hacer que los funcionarios cumplan con la ley, si ni siquiera pone orden en su propia casa? cómo puede exigir ética a los demás funcionarios cuando él mismo es un ejemplo de desacato y violación de los derechos de los ciudadanos por razones personales?

Así que Señor Auditor, hoy nosotros queremos decirle que no creemos una sola palabra de lo que declaró en su entrevista, lo considerábamos un hombre honorable y recto hasta que permitió que a su hija se le nublara la razón con el poder que ostenta y afectara los derechos de los demás y más aún, cuando hemos comprobado que ha utilizado sus relaciones, conexiones e influencias para frenar cualquier sanción a la que a pulso se ha hecho merecedora su hija, que ojalá y ya dejara de darle problemas y no siguiera afectando más su imagen pública.

Nosotros no tenemos ningún motivo personal en contra de su hija que nos mueva a publicar este tipo de comentarios, lo que tenemos es hambre en nuestras casas, cansancio de buscar trabajo día a día sin tener éxito porque la situación actual del Estado es la peor en muchos años, tenemos hijos a los que no podemos cubrirles sus necesidades básicas, pero sobre todo, tenemos una profunda decepción por haber sido despedidos injustificadamente por razones personales de su hija y que al día de hoy, ella continúe cometiendo todo tipo de atropellos en contra de nuestros ex compañeros.



Así que Señor Auditor: empiece por poner orden en su casa y reconozca que llega un momento en la vida en el que debemos reconocer nuestros errores y corregirlos, aún está usted a tiempo, en lugar de cubrir las faltas de su hija, enséñela a ser una persona de ética pero sobre todo, con calidad humana y bondad.