El servidor público que ostenta un cargo de elección popular tiene todo el derecho de aspirar a otro, aseveró el presidente del Congreso del Estado, Eduardo Andrade Sánchez.
Por ello, rechazó que se les llame “chapulines” a los seis diputados locales, 4 alcaldes, una síndico y dos regidores, que ayer fueron autorizados por el Congreso del Estado para separarse temporalmente del cargo, con la finalidad de participar en el proceso electoral federal y buscar una curul en el Congreso de la Unión como candidatos propietarios y suplentes.
Quien tiene un cargo y aspira a otro de elección popular se está sometiendo otra vez a las pruebas de las urnas y si el electorado considera que es elegible va al nuevo cargo y si no, no va.
“Se habla mucho de las virtudes de la reelección y luego veo que hay una gran crítica a que un representante popular pase de un cargo a otro (…) eso lo profesionaliza, eso seguramente lo hará mejor, que es lo que se alega a favor de la reelección”.
O se tiene una convicción de que un servidor público concluya su periodo constitucional y no haga más, o que busque la profesionalización y por ello, es conveniente y útil que pase de un cargo de elección popular a otro, tomando en cuenta que quien decide es el electorado.
Cuando un servidor público deja el cargo para buscar otro, lo que se pone a prueba es qué es lo que opina el electorado.
“En una democracia el que manda es el electorado. Quien tiene un cargo y aspira a otro, la Constitución (política del país) lo permite perfectamente, se está sometiendo otra vez a la prueba de las urnas”.