Los casi 8 mil siniestros registrados en 2011, plantean un reto de salud pública de magnitud

En el 2011 en Veracruz hubo 7 mil 793 siniestros, de los cuales 749 derivaron en fallecimientos y 5 mil 2 heridos, muchos de los cuales quedaron mutilados, permanentemente incapacitados o sin posibilidad de ser productivos.

"Esto plantea un reto de salud pública de las mayores proporciones (…) es un problema grave, estructural, de salud pública", expresó el secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib.

Señaló que esto le cuesta a la sociedad, a las familias, los individuos, pero lo más triste es que más de la mitad de los acontecimientos se pudieron evitar.

Fue ahí cuando apuntó que se calcula que entre el 60 y 70 por ciento de esos incidentes están vinculados a conductores que manejaban ebrios o drogados. En ese sentido, expresó que no es “concebible” que un país que tiene problemas estructurales de pobreza, necesidades de infraestructura, que reclama inversiones para crecer, para repartir con justicia, tenga que gastar cientos de miles de millones en accidentes que pudieron evitarse.

Abundó que no es posible que se tenga que perder a los jóvenes en edad productiva, se tenga que sufrir desintegración familiar, laboral, la mutilación, simplemente porque alguien estuvo de fiesta en el momento equivocado.

Asimismo, lamentó que muchos de los heridos o muertos son de 35 años o menos, lo que habla de una pérdida social que no puede justificarse.

“A quienes matan los accidentes en el mundo, en su gran mayoría a varones, a personas de 35 años o menos de edad, que se encuentran en plena edad reproductiva. El 30 por ciento son peatones, gente inocente, que se sacó la lotería pero al revés”, lamentó.

Refirió que como parte del programa “Salud para todos los veracruzanos”, el Gobierno estatal se planteó reducir en lo que resta del sexenio, por lo menos en 35 por ciento la mortalidad de los accidentes dejando de hacer cosas tan elementales como no conducir cuando se está borracho o drogado.

Recalcó que el 30 por ciento de las víctimas, tanto muertos como heridos eran peatones, es decir, personas inocentes, por eso es tan determinante la seguridad vial, “por eso la prevención de los accidentes es un asunto de salud pública”.

Detalló que en Veracruz mueren máspersonas de entre 5y 14 años de edad por accidentes automovilísticos,

le siguen en númerolas personas de 15 a 24 años y lasde 25 a 29 años.

Reiteró que ante este panorama, Veracruz analizará muy pronto con expertos la posibilidad de regular la venta de bebidas alcohólicas y medidas de control para asegurar que las personas cuando beben no conduzcan.

“Conducir en estado de ebriedad es un delito que debiera castigarse con cárcel, pero con todo y que esté prescrito por la ley, con todo y que lo sepamos, lo seguimos haciendo y pocas veces reflexionamos en el efecto de una, dos o tres copas, en los reflejos, en la atención para controlar un vehículo”, señaló.

Reconoció que son medidas altamente impopulares, pero preguntó si se tienen que dejar de hacer sólo porque la gente no se enoje, por ello se tiene que analizar.

La mayor parte de las corporaciones de emergencias cuentan con paramédicos

En ese orden de ideas, mencionó que gracias a la capacitación de ATLS, existen urgenciólogos y ahora la atención primaria para los accidentados es con paramédicos, con personal capacitado y dejaron de ser simples trasladadores de muertos, ahora lo que ocurre es que los pacientes son estabilizados y llevados con vida a los hospitales.

Afirmó que hay ambulancias con alto equipamiento, pero sobre todo, los paramédicos -por lo menos los de Cruz Roja- están altamente capacitados.

Sin embargo, reconoció que existen muchas corporaciones que no reúnen esas características, pero que sirven de buena fe.

“Afortunadamente la Cruz Roja tiene una gran cobertura del territorio nacional y de Veracruz, tiene más de 50 delegaciones; afortunadamente en el caso de la Cruz Roja no se sube si no tiene una capacitación de paramédico de tres niveles. Falta, falta entrenamiento, pero ha mejorado el perfil”, reconoció.

Dijo que en el caso de las otras corporaciones no se les puede exigir más calidad, pues son asociaciones de buena fe, pero se les podría dotar de herramientas, de capacitación para que estén a la altura.

Reconoció que para muchos este tipo de asociaciones se ha convertido en un modo de subsistencia, luego de que se le refirió que están en los cruceros pidiendo dinero.

Aceptó no tener cifras sobre el número de agrupaciones que se dedican a dar servicio de urgencias y que no están capacitadas, pero se comprometió a revisarlo y es que dijo no es una de sus atribuciones.