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Sección: Estado de Veracruz

Los creyentes deben purificarse para poder ver y escuchar a Dios: Arzobispo

Hipólito Reyes aseguró que ni el éxito ni el fracaso deben considerarse como castigo o recompensa divina

Ariadna Lezama Palma Xalapa, Ver. 25/10/2015

alcalorpolitico.com


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El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, invitó a los fieles a purificar sus ojos para poder ver a Dios y a escuchar lo que les dice, pues señaló que en ocasiones por más que lo tengan enfrente no lo ven y no lo escuchan.

Indicó que muchas veces las personas están tan cegadas que no ven lo que Dios hace por ellos y mucho menos escuchan sus palabras.

"A veces nosotros tenemos nuestras cegueras o nuestras sorderas, Jesús les decía mucho a sus discípulos, ustedes están viendo y no ven, están oyendo y no entienden, muchas veces se los decía y eso también nos pasa a nosotros, muchas veces el señor está ahí presente y no lo vemos porque estamos medio miopes o porque nuestros ojos no andan bien, o porque tenemos ojos para el mal u otras cosas de pecado que para el mismo Dios".



Comentó que con sólo decirle "Hijo de David ten misericordia de mí" Dios ayuda a superar los sufrimientos, situaciones y propias cegueras y sorderas, pues los saca de esa etapa de sufrimiento, oscuridad, alejamiento, tristeza e infelicidad, que no los ayuda a estar plenamente en la presencia de Dios.

Aseguró que Dios no abandona a sus fieles, pues por mucho que haya gente enferma y problemas económicos, no los deja solos.

"Dios dice, yo no estoy contento si ustedes andan lejos de mí, por eso los atraigo con amor, yo quiero que regresen a su tierra, que se sientan en su casa conmigo, yo soy su padre, véngase a la familia de Dios y se compadece de los sordos, ciegos, cojos y todo los que están en necesidades especiales, nosotros tenemos mucha gente enferma de cáncer, de diabetes, de sida, de tantas enfermedades terribles y los invito a que nos acojamos como lo hizo el ciego del evangelio".



Subrayó que Dios no da en esta vida lo que merecen nuestras obras, pues lo hará después de la muerte, por eso el éxito o sufrimiento en vida no debe entenderse como premio o castigo de Dios.

Y es que aseguró que la gloria de dios se ve cada que los cristianos ayudan a los más necesitados y los que más sufren, pues además el Evangelio enseña a no menospreciar a los que están ciegos, pues muchos que ven están ciegos por su egoísmo y falta de fe, mientras que quienes son considerados ciegos, ven con los ojos de la fe y el corazón.

"Son ciegos quienes creen que Dios bendice sus malas acciones, también lo son quienes creen que las limitaciones de la vida son castigo divino, pero más ciegos son los que no siguen la luz que nos ofrece Jesús que es el hijo de Dios".