Los mexicanos debemos aprender de la historia absolutamente, tenemos que conocerla por vez primera pues tenemos una versión, la historia oficial, hoy ya hay muchas interpretaciones, hay que volver a estudiarla, explicó el historiador Alejandro Rosas, uno de los autores del libro “Érase una vez México”.
Opinó que tenemos un conocimiento muy sesgado de lo que ha sido la historia y es necesario recuperarla y reinterpretarla, es ahí donde se echa mano de la divulgación para hacer accesible la historia, ciencia, matemática o física para un público que no es especializado pero quiere conocer, porque finalmente el conocimiento está ahí y la curiosidad histórica también.
En entrevista posterior a la presentación de su libro en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), comentó que lo importante de la edición, es que da elementos que se desconocían de México.
Por ejemplo, hay una buena parte dedicada al Virreinato “y nadie sabe de esa etapa salvo tres o cuatro cosas. La idea es que el lector se acerque y en 40 ó 50 páginas entienda que fueron esos años de dominación”.
Aclaró que el hecho de que se tenga una buena pluma o buena narrativa no significa que se invente, pues la invención es de los novelistas, porque ellos crean ficción.
“Es necesario ponerlo en un lenguaje que puede ser ameno, agradable, no está peleada una buena pluma, una buena narrativa, con la historia, el problema es que muchas veces se piensa que como la historia debe ser solemne no debes darte ciertos gustos literarios”.
El Autor, expresó que no tiene duda que seamos un país independiente, aunque obviamente es un país que como todos se tiene que adaptar a las circunstancias mundiales, “no puedes aislarte”.
“Hoy vemos que la globalización te permite estar más cerca de otros países incluso en comunicaciones y demás, pero eso no atenta ni contra la libertad ni contra la independencia, la independencia no es algo estático que no se mueva; se mueve, se transforma, se modifica. Hoy tenemos un país independiente, hay muchas más libertades que hace 30 años cuando estaba el viejo régimen, pero hay mucho por hacer”.