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Caso ni?os calcinados de Colipa

Madre presa espera indulto prometido hace año y medio

- María Elena vive en Pacho con su menor de un año tres meses y hace tiempo no ve a los menores que se salvaron de la tragedia - Purga condena por aborto, pero “no fue así, me caí dos veces, mi suegra me hizo daño” - ”El gobernador me dijo que me iba ayudar, le pido que por favor lo haga”

Norma Trujillo B?ez Xalapa, Ver. 27/08/2007

alcalorpolitico.com

A un año 8 meses, de aquél día de Reyes que resultó trágico, en donde seis menores de la comunidad de Piedrillas, localidad de Colipa, perecieron calcinados al incendiarse su humilde vivienda y, en donde uno de los compromisos del gobierno del estado era buscar el indulto para que la mamá de tres de ellos saliera en libertad y así se pudiera ocupar de la atención de dos hijos que sobrevivieron al incidente, no se ha cumplido, María Elena Maceda Durán, se encuentra recluida en el penal de Pacho Viejo, viviendo con un menor de un año tres meses.

Con la causa penal 39/04, María Elena purga una condena por el delito de homicidio culposo al practicarse un aborto, que en sus primeros meses fue encarcelada en Misantla, después de la tragedia y en su embarazo las autoridades la llevaron a un albergue y desde hace seis meses trasladada al reclusorio de Pacho Viejo.

Hoy, en compañía de su menor, un año tres meses, comenta: “me trasladaron desde hace seis meses, de recluida tengo 4 años, pero estuve fuera del reclusorio por un año cuando pasó la tragedia cuando los niños se quemaron y el señor Gobernador me brindó ese apoyo, me dijo que me iba a ayudar me iba a sacar libre pero hasta ahorita no ha habido nada”.

Continuó, “él (Fidel Herrera Beltrán) me dejó su número de teléfono para que me comunicara con él, ese día del sepelio de mis hijos, habló conmigo y me dijo que estaba yo libre, en mi embarazo me vi mal y me mandó al hospital y una vez que estaba yo libre, le mandé como dos cartas pero nunca tuve respuestas, también porque perdí su teléfono, porque dejé mis cositas en Misantla cuando me fui al albergue y cuando regresé me dijeron que se mojaron y por eso las tiraron”.

Mientras la entrevista transcurre, juega con su bebé, y señala “estoy aquí porque mi suegra me acusó, yo no soy mala, el aborto fue de dos golpes accidentales, pero lo que pasó es que mi suegra dijo que no, que yo me lo había tumbado, que me lo había provocado, pero me hizo el daño porque mi esposo me mandaba a mí dinero y ella quería el dinero”

Con lágrimas en los ojos, María Elena, ocultando su rostro en su bebé, comenta “mi problema, acepto que cometí un error porque mi esposo ya tenía tres años de haberse ido a Estados Unidos, el bebé no era de él, era de otro señor que también me ayudaba para mantener a mis niños, mi suegra me hizo daño y a mis niños también”.

“No hay olvido, mis niños siempre están en mi cabeza y aquí adentro de mi”

Sobre los menores Micaela de 12 años, Mónica de 9, Melquíades de 3 y Cléber 2, estos de apellidos Barios Maceda y de sus sobrinos Victoria de 5 años y Viviana de 7 años de edad de apellidos Pedraza Barrios, dijo “todavía me duele, lloro aquí sola porque no tengo familia, es duro lo que nos tocó vivir, tenía yo dos años de recluida cuando pasó de mis niños”.

A veces he pensado si yo estuviera con ellos nos les hubiera pasado nada de eso, ellos estarían en nuestra casita, viviendo pobres, pero eran contentos mis niños, yo si los quería, todavía me da tristeza. ¿Cómo los recuerda? No hay olvido, mis niños siempre están en mi cabeza y dentro de mi, la más grandecita era muy buena niña, Micaela la mandaba y obedecía, Mónica igual, el más chiquito todos eran buenos, pero creo que mis niños están en el cielo.

“A Teodora y Manuel Eduardo, no los veo desde que me trasladaron”

Y sobre los menores que lograron sobrevivir, Teodora hoy tiene 10 años y Manuel Eduardo de 8 años, “pero a ellos no los he podido ver desde hace medio año, ellos viven con mi concuña, se los había entregado al DIF habló conmigo que si estaba yo de acuerdo que se quedaran con familias, pero yo no quiero que anden de arrimados, por eso se los di al DIF, pero me dijeron que el día que saliera me los iban a entregar. Allá en Misantla me iban a ver cada 15 días, ahora ya no”.

Ellos se fueron de Conecalli, después que llegó su papá, “como a los cuatro meses y se los entregaron y él los llevaba a verme, ya no se fue a los EU, tiene que estar pendiente de los niños, él dijo que iba a tener mucho cuidado, él iba a trabajar en Xalapa, están con él pero yo no sé nada de ellos, ya no sé nada, nadie me viene a ver.”

“Me preocupo porque no sé si están bien, porque cuando estuve en el albergue me daban despensas y se las mandaba a ellos, y de lo poquito que trabajaba también se los mandaba, ahorita me preocupa más porque no se nada de ellos ni para hablarles, si no hay teléfono en la casita, ni hay familia que me venga a visitar”.

Así María Elena, según la condena que paga serían 12 años de reclusión y de los que lleva 4 en prisión, “me habían echado 17 años, pero la licenciada de oficio, porque yo le platiqué de mi caso, mandaron un amparo y me quitaron 5 y me dejaron 12 años, por eso pido al gobernador que se acuerde de mi por favor, porque también le pienso de qué va a pasar con este chiquito que ya tengo aquí, y no tengo ni abogado ni familia que me apoye, porque a mi nunca me hicieron carearme con nadie y ni declaré, ni nada”.

Teodora sintió calor, pero sus hermanos no se despertaban

Allá estamos como a una hora de Colipa, mi pueblo se llama La piedrilla, mi casita era de barro y lámina de cartón y vigas, somos muy pobres, mi niña me platica, ya estaba grandecita, ese cinco de enero se acostaron pero tenían frío por eso no apagaron los tizones y por eso se incendió todo, canastas, bolsas, me platicó Teodora.

Ella dice nada más sintió mucho calor, porque fue como a las 4 de la mañana y cuando se despertó vio la lumbre y entonces sus hermanos no se despertaban, solo Micaela y aunque la sacó mi niña más grande , junto con el niño, fueron a llamar a su abuelito, nadie pudo ayudarlos.

Así mientras muchos niños veracruzanos veían salir la luz del día para disfrutar de los juguetes del 6 de enero del 2006, en cuestión de segundos el fuego consumió todo incluyendo a las y los menores que murieron calcinados sobre la base metálica de la vieja cama.

El gobernador ofreció un indulto

Al acudir al funeral de los menores, el gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, reconoció que este incidente es una desgracia propia de la pobreza que se vive en Veracruz y en todo el país, y se comprometió a proteger a los familiares de los niños y las niñas fallecidos, a gestionar la salida de Maria Elena del reclusorio y a brindar ayuda a las familias de la Piedrilla, pero hasta la fecha, María Elena continúa en espera de un indulto, que le permita salir en libertad del reclusorio de Pacho Viejo, para atender a los tres hijos que le quedan.