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Sección: Estado de Veracruz

Maestro de la UV califica de discriminatorios programas Federales de asistencia social

La Cruzada contra el Hambre, el mayor; los indígenas tienen derechos, no necesidad de apoyos o cruzadas: Oscar Espino

Lidia L?pez Poza Rica, Ver. 05/04/2013

alcalorpolitico.com


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Los programas federales de asistencia social son una forma de discriminación contra los indígenas, dijo docente de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) y defensor de Derechos Humanos en el Totonacapan, Oscar Espino Vázquez, que este sector de la sociedad, incluso ha dejado a un lado el compromiso como campesino, para convertirse en jornalero agrícola o asalariado del campo.

En entrevista, dijo que no sólo es en cuestión política que se violan los derechos de los indígenas, también se da en el uso y costumbres de las comunidades y el cacicazgo regionales, en los rubros económico, religioso y político que “han perpetuado la idea de que los indios valen menos”.

El programa de asistencia social Una Cruzada contra el Hambre, aseguró, “es un modo de mayor discriminación porque los pueblos indígenas tienen derecho a exigir derechos propiamente, no a pedir apoyos o cruzadas. No son ciudadanos de segunda. Entonces se crea un estigma del grupo vulnerable, como se les trata, cuando realmente lo que son sectores de población en estado de vulnerabilidad que ha sido provocada por una lógica constitucional o estructural”.

Esto refiere a las condiciones del campo en que se encuentran actualmente los grupos indígenas, en situación de pobreza y marginación.

Cada fin de semana viajan hasta 250 jóvenes desde municipios del Totonacapan, en el caso de Filomeno Mata, hasta Indios Verdes, donde pretenden buscar empleo.

“Eso si es cruzada, un viacrucis de jóvenes para poder trabajar en red de empleos en lavado de autos, fondas, tiendas, empleos mal remunerados. En casos de Coxquihui o Coyutla, donde son enganchados al corte de frutas en estado del norte del país y que, incluso, agarrados de los programas federales, además de no ser bien pagados se regresan con enfermedades, o son discriminados y hasta violentados”.

En tanto, comparó el campo veracruzano, en el cual citó el cítrico que por toneladas se encuentra desperdiciado, donde se observa que este negocio es acaparado.

Recordó el éxito de la producción del café en municipio del Totonacapan, donde tenía muy bien precio en el mercado y así también en demanda, pero ahora no tiene interés. También citó que se dejó de producir de maíz por la propia semilla híbrida, son más importantes las hojas que son entregadas a los enganchadores que venden este artículo en el país.

El fracaso del campo, deriva de los proyectos integrales agroindustriales que desde hace dos décadas anunció el gobierno federal sin aplicarlos, o la promoción de paquetes de agroquímicos, de lo cual en el Totonacapan las tierras se encuentran degradadas.

“Ahora hay asalariados del campo, que entre ellos mismos ya no se llaman campesinos, se llaman jornaleros agrícolas. Quienes venden su trabajo empiezan a olvidarse en la memoria del corazón, como dicen los abuelos indígenas, las prácticas de la mano-vuelta”, que en la lengua totonaca se le denomina “magtayani”.