Magnitud del infierno neoliberal: Estado de chueco

Recurriendo a datos extraídos del reporte World Justice Project (WJP)¹ se demostrará el daño ocasionado por los gobiernos neoliberales al Estado de Derecho (ED) en México, definido en el informe como aquel que “reduce la corrupción, protege a las personas de injusticias, combate la pobreza… y es el sustento de comunidades de igualdad, oportunidades, y paz”. Antes, le sugiero tomar un té de yerba maistra o de Tila para proteger su hígado.

Para entender la gravedad del asunto deben considerarse 2 cosas: WJP sólo maneja datos de 113 naciones y que los neoliberales siempre maquillaron sus informes. Por estas razones, las cifras del deterioro de la vida política, económica, ambiental y social, sin duda, son peores que las reportadas. Al evaluarse el índice “Estado de Derecho” se incluyeron los siguientes factores: límites al poder gubernamental, ausencia de corrupción, gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, justicia civil y penal, asignándoles la escala de valores del 0 a 1; donde cero es lo peor y uno lo mejor.

Hoy abordaremos

el factor Ausencia de Corrupción(p. 37) el cual mide “qué tanto los funcionarios de los tres poderes, los policías y las fuerzas armadas usan su cargo para obtener beneficios privados”. El estudio analiza sobornos (mordidas, moches, comisiones) influencias inapropiadas por intereses privados o públicos y apropiación (ROBO) indebida de fondos públicos y ¿que cree? Los exgobiernos del PRIAN salieron reprobado. El reporte registra a Dinamarca como la Nación menos corrupta en el mundo (lugar 1, puntaje 0.95) y en la región (30 países) lo es Uruguay (0.76). En seguida se muestra la posición de México:















LUGAR



































PUNTAJE




















MUNDIAL

























102































0.31




























REGIONAL

























25

































0.31

Considerando que todos los funcionarios acumulan ¿¡milagrosamente!? fortunas incalculables y borran sus rastros, nadie puede determinar la cantidad de tranzas cometidas bajo el amparo del poder; y, si agregamos que su conducta es regulada por lemas como “el que no transa no avanza”, ”chinga que atrás vienen chingando”, “ ahora es cuando…”, “año de Hidalgo, pendejo el que deje algo”, ”un político pobre, es un pobre(tonto) político”, “la moral, es un árbol que da moras”, ”vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”,” la corrupción somos todos”, “no importa que robe pero que salpique”, “no quiero que me den, sino que me pongan donde hay”, “ robé, pero poquito”, entre otros más, el recuento se torna imposible. Si los encargados de hacer leyes y vigilar su cumplimiento las usan para su beneficio, entonces a nadie debe extrañar el aumento de la pobreza, la violencia y la injusticia. De este modo se explica el

infierno descubierto en nuestro país por WJP. Se pisotearon sistemáticamente los (4) principios, rendición de cuentas, leyes justas, gobierno abierto y mecanismos accesibles e imparciales para resolver disputas, mundialmente aceptados como necesarios para vivir en un verdadero Estado de Derecho. Como se ha dicho siempre, México tiene buenas leyes y generalmente modernas, el problema es su inobservancia por quienes tienen el deber legal y ético de hacerlas respetar.

Refiriéndonos a los aspectos de protección contra las injusticias, inseguridad y control sobre la delincuencia, México fue convertido en algo parecido a un territorio invadido por los nazis; sus bienes, recursos naturales y ciudadanos fueron, todo junto, mero botín de conquista. Hay hornos crematorios clandestinos; los centros forenses apilan cuerpos en el suelo; por todos lados secuestran, asesinan y extorsionan impunemente; son más de 40 mil ¡desaparecidos! y casi no queda región donde no haya pedazos de seres humanos arrojados como basura. Los neoliberales nos ha estado robando, destrozando, despedazando, quemando, deshuesando, desangrando con todas las herramientas a su alcance para mantener la rentabilidad de sus negocios e inversiones. Y siguen ahí, plenos, impunes; vigilando permanezca el infierno por ellos construido.
¡Rubén Núñez caíste, pero nunca te rendiste! Q.E.D.