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Sección: Estado de Veracruz

Maltratar la paz social, dispara un proceso de destrucción social: Óscar Naranjo

- Sin seguridad no hay convivencia, se genera un estado de autoritarismo y anarquía, afirma General colombiano

- Gobiernos creen en las estrategias de tácticas estatales pero la seguridad radica en la cultura de legalidad

Roc?o Arroyo/ Sof?a Dorantes Ch?vez Cordoba, Ver. 01/03/2013

alcalorpolitico.com


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La transformación maltratando la paz social es una utopía y pone en marcha la destrucción de la sociedad, por lo que se debe partir de valorizar a la ciudadanía y, llegó la hora de que líderes y lideresas tengan la convicción de que puedan ejercer un liderazgo de ciudadanía global, que no sólo transforme a México sino al mundo, señaló el exgeneral colombiano Óscar Naranjo.

Durante la conferencia magistral "Seguridad, ciudadanía y convivencia", el ponente afirmó que un buen ciudadano es un buen líder humano, que encuentra al interior de su familia la paz social, respeto fundado y multiplicado en el espacio comunitario creando una convivencia.

El exGeneral, recientemente “destapado” para participar en los comicios de Colombia en el 2014, advirtió que maltratar la paz social es lo que pone en marcha un proceso de destrucción, pues la seguridad es un valor que debería estar presente porque sin ésta no existe Estado de Derecho, incluso no es posible generar riquezas y prosperidad y, por consiguiente, no hay camino a la felicidad.

Ante autoridades estatales, municipales, empresarios y jóvenes estudiantes, explicó que algunos gobiernos creen en las estrategias de poner dispositivos estatales cuando la seguridad radica en la cultura de legalidad. Al mismo tiempo consideró que la comunidad debe ejercer su derecho democrático a disfrutar de los espacios públicos, por lo que es necesario rescatar estos lugares.

"Sin seguridad no hay convivencia y se genera un estado de autoritarismo, pero en la convivencia sin seguridad existe la anarquía".

Señaló que ahora es la oportunidad de los jóvenes de imaginar, de instalar al país y a la sociedad en un futuro que marque con un sello de dignidad y de vida el devenir de las nuevas generaciones. Al aseverar que es momento para que se rompan los paradigmas del miedo, que la ciudadanía no sea víctima del miedo, pues aún debe haber esperanza en el futuro.

Aseveró que la inmensa mayoría de los ciudadanos de Latinoamérica son seres honorables, pero la desvalorización de la integridad contra el concepto de corrupción, empieza a signar a la sociedad para no liberarse de ese problema.

Destacó que la pregunta de la sociedad debe ser qué tan íntegros y éticos somos, y si esa pregunta cobra fuerza, "estoy seguro que en México habrá una respuesta de integridad inmensamente mayoritaria frente a un espacio ciertamente de corrupción, una ciudadanía plena".

Explicó que hay tres categorías de grupos humanos, uno que a partir del liderazgo de compromiso busca el cambio, otro grupo mayoritario que simplemente es indiferente al cambio y, un tercer grupo que sólo está dedicado a buscar problemas donde aparece una solución.

Concluyó diciendo que la sociedad debe saber que llegó la hora de que se tenga la convicción de ejercer un liderazgo que no sólo transforme a México, sino al mundo.