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Sección: Estado de Veracruz

Aseguró investigador de la Universidad de Arizona

México no tiene cartas para negociar reforma migratoria con EU: Académico de Arizona

Sólo está el “lado humano de la frontera”, porque no es lo mismo compartir un espacio cultural que una identidad

Susana Castillo Lagos Xalapa, Ver. 15/06/2010

alcalorpolitico.com


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Desde el Estado se está promoviendo una idea de frontera literal, se le toma solamente como un espacio geográfico, una línea de contención y no como un campo de interacción social, sostuvo en la Universidad Veracruzana (UV) Javier Durán, académico e investigador de la Universidad de Arizona.

“México no puede negociar una reforma migratoria porque no tiene cartas para jugar; el tema de la cultura, el lado humano de la frontera podría ser una de esas cartas, pero la administración actual no sabe jugar a la baraja.”

El especialista en teoría de la frontera encabeza la segunda semana de actividades del curso-seminario Migraciones y Fronteras en la Literatura, que se lleva a cabo en el Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la (UV).

Su intención es compartir con los participantes una visión más académica de la frontera, con la finalidad de desmitificarla: “Su estudio es una empresa multidisciplinaria, y los mitos surgen de la visión parcial de un fenómeno”.

Explicó que el tema fronterizo, antes visto como una zona de influencia y de delimitación marginal y periférica, ahora es un asunto de alta política. El problema es que no se toma en cuenta que la interacción entre actores sociales contribuye al desarrollo cultural, a otras identidades, y que esto rebasa los límites físicos.

“Estos temas deberían ser tomados en cuenta en la agenda nacional, pero ésta no existe, es unilateral, Estados Unidos domina la conversación”. Para Durán, son los habitantes quienes pueden influir para que el Estado reconfigure sus nociones de frontera.

Señaló que fue a partir de la década de los ochenta cuando empezó a estudiarse a la frontera como un campo de interacción social, que va más allá de lo geográfico. Expresó que calificarla como un espacio de fusión sólo escondería sus desigualdades, y si algo la define son precisamente éstas.

En su opinión, la cultura de la frontera no es sintética, sino analítica, en constante autorreconocimiento: “Se caracteriza por sus tensiones, ficciones y fisiones; la asimetría es el referente de esas representaciones”.

Dijo que compartir ciertos aspectos de una cultura no necesariamente significa que se comparta una identidad común. Y cuestionó: “¿Quiénes son los otros en la frontera? ¿Cómo se construye esa otredad? ¿A qué factores responde?”.

Durante la charla, Javier Durán habló de las investigaciones –vinculadas con el tema fronterizo– que actualmente realizan estudiantes de la Universidad de Arizona. Algunas de éstas versan, por ejemplo, sobre el arte que se está creando a partir de objetos recuperados de los migrantes muertos; otras están más enfocadas al rechazo social que existe hacia los indocumentados por parte de ciertos sectores de la población estadounidense, reflejado en el paquete de leyes conocido como SB 1070.

Al respecto, indicó que los grupos antimigrantes están aprovechando las nuevas tecnologías y se están apropiando de los medios electrónicos para difundir una especie de “racismo menos racista”, argumentando que es por el bien de la nación.