México nunca con tantos pobres como hoy, pese a la gran inversión en programas sociales

Veracruz debe reflexionar sobre el futuro que quiere, ya que es un estado de grandes contrastes, un estado muy rico en recursos naturales y humanos, pero al mismo tiempo un Veracruz con hambre y ahora también con sed.

Así lo expresó el ex presidente de la COPARMEX Xalapa, Augusto Zamora Lara, al entregar el liderazgo a Octavio Augusto Jiménez, consideró que la mejor forma de salir de ese estadio, es crear riqueza y distribuyendo su producto equitativamente entre quienes colaboran en su generación.



Repartir lo que ya está generado sin crear nuevas fuentes de riqueza, sólo estirando la mano, es demagogia y populismo “y hoy vivimos sus consecuencias”.

En su discurso ante líderes de otras cámaras empresariales, el presidente nacional de COPARMEX, funcionarios estatales y federales, aseveró que en nuestro país nunca se había invertido tanto en programas sociales y nunca ha habido tantos pobres como hoy.

“El tener a una sociedad exigente de sus derechos, pero irresponsable en el cumplimiento de sus obligaciones e incapaz de generar riqueza es garantía de fracaso. El crecimiento económico es condición indispensable –que no única– para abatir la pobreza y nosotros proponemos que ese crecimiento económico se dé a través de una economía de mercado socialmente responsable”, llamó.



Asimismo, consideró que debe ser una economía cuyo desarrollo sea generador de empleos y oportunidades, que es el grito más fuerte de nuestra sociedad.

“Un desarrollo cuyos beneficios no se concentren en los estratos de alto ingreso, sino que beneficie a todos, pero particularmente a los que ahora están en el camino de la pobreza”, manifestó.

Aseguró que quienes cumplen con sus responsabilidades, así tengan una empresa chica, mediana o grande, deben estar satisfechos de su actividad, que aunque está llena de riesgos, también está llena de oportunidades para lograr una vida digna y una notable contribución social.



Señaló que durante muchos años se construyó una clase media que era el cinturón de seguridad de nuestro país, pero esa clase media se ha ido desintegrando y dispersando, yéndose a los extremos, principalmente al de los ingresos más bajos.

Al tiempo, aseveró que ese desgajamiento social es una de las causas que ha generado la violencia, el narcotráfico, el crimen en todas sus expresiones, además de la incesante migración.

En su discurso, señaló que como consecuencia de todo hay desintegración familiar, la descomposición social, economía informal, corrupción e impunidad.

Lamentó que la frustración social parece una constante de la que estamos obligados a salir con mucha imaginación y con el esfuerzo de todos sin excepción.



Fue ahí cuando pidió reflexionar sobre el futuro que se quiere para Veracruz, de grandes contrastes, que es muy rico en recursos naturales y humanos, pero al mismo tiempo un Veracruz con hambre y ahora con sed.