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Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio Ciudadano

Mis recuerdos y “Los Cafeteros”

Jorge E. Lara de la Fraga 19/04/2013

alcalorpolitico.com

“Ganar no es lo más importante, pero querer ganar sí lo es…” V. Lombardi.

A los 4 meses de haber egresado de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana fui ubicado por la Dirección General de Educación Popular en la Ciudad de Córdoba, Ver., para iniciarme formalmente como docente en la escuela primaria estatal “Francisco Hernández y Hernández (La Cantonal), allá por marzo de 1963, desempeñándome como ayudante del cuarto grado y con un grupo numeroso que rebasaba las 6 decenas de infantes. Durante tres períodos lectivos laboré en esa Institución, ofreciendo mis mejores esfuerzos y tratando de encauzar debidamente las potencialidades de los renuevos bajo mi encomienda. Acuden a mi mente imágenes de esos mis primeros alumnos, algunos muy inquietos y avezados, a los cuales los encaminaba a practicar un deporte o a efectuar labores atléticas en nuestras incursiones al viejo inmueble Ruperto S. García, con gradas de madera y en donde anteriormente se realizaron jornadas épicas beisbolísticas o bien cuando íbamos de excursión a las áreas verdes de San Francisco Toxpan, donde en el pasado funcionó un ingenio azucarero y ahora es área habitacional, también lugar de esparcimiento y recinto donde en su momento y en una parte se construyó el Beisborama, ámbito mágico donde han jugado profesionalmente “Los Cafeteros” de Córdoba.

Hace poco el joven colega Marco Aurelio Martínez Sánchez, catedrático normalista y estudioso del deporte “de la pelota caliente”, me proporcionó un reportaje de su autoría que alude al equipo emblemático de la Ciudad de los 30 Caballeros, o sea a la aguerrida escuadra de los “Cafeteros de Córdoba”, misma que se destacó y ha participado en torneos de ligas regionales y asimismo se ha significado con éxito en la Liga Invernal Veracruzana y en la prestigiosa Liga Mexicana de Beisbol. Amerito destacar que durante mi estancia magisterial en esas Lomas de Huilango, durante ese período de 1963 a 1965, no hubo significativa actividad beisbolística, pues don Lázaro Penagos, ente visionario de las décadas 30, 40 y 50, era ya un hombre cansado y Chara Manzur, el individuo carismático que entró al relevo promocional del denominado Rey de los Deportes en esa región, lograría su suprema proyección en la década de los 70, en ese citado Beisborama pletórico de aficionados fervientes que respaldaban a los atletas de sus afectos.



Incorporo unos párrafos del texto del maestro Marco Aurelio: “Hacia 1937 cuando el beisbol organizado en México se encuentra en proceso de conformación, se abrió la oportunidad de participar en la poderosa Liga Mexicana de Beisbol y Penagos no dudó en integrar un equipo competitivo insertando de manera progresiva a peloteros de estupendo linaje beisbolero como el afamado Príncipe de Belén, al cubano Lázaro Salazar y a otros destacados toleteros que le brindaron un poderío sorprendente al equipo, lo que propició la nutrida asistencia de fanáticos al estadio Ruperto S. García… Para la campaña de 1939, Penagos y Salazar reforzaron aún más la novena… Después de una temporada exitosa cumplieron su propósito central, logrando el anhelado título de la Liga Mexicana, venciendo en una trepidante serie al “Carta Blanca”, de Monterrey…”

Apunto que la ciudad de Córdoba, emporio industrial - comercial es un verdadero “puerto de tierra”, situado en medio de ingenios azucareros y de comunidades rurales donde se practica el beisbol llanero y de donde han emergido peloteros de buen nivel, los cuales han destacado en el país y en el extranjero. A bote pronto rememoro a atletas de esa región: “Jungla” Salinas, Mario “Toche” Peláez, “el jarocho” Ruiz, “el loco” Abad, “el pulpo” Remes, Lupe Cancino, sin dejar de lado a otros muchachos que aportaron el esfuerzos extra como Ramón y Wilfredo Arano, Fernando Cocuite Barradas, Silvano Quezada y los lanzadores Salvador Colorado, Celso Contreras y Salomé Barojas.

Los Cafeteros se convierten nuevamente en campeones bajo el respaldo del empresario Chara Manzur en la década de los 70. Veamos lo que nos narra Marco Aurelio Martínez Sánchez: “Encabezando un proyecto de alta calidad, para 1971, este empresario cordobés obtuvo una franquicia de Liga Mexicana y para 1972 resurgen los Cafeteros de Córdoba… La integración de peloteros jóvenes y de hombres experimentados fue una extraordinaria síntesis… En ese año el equipo integrado por Silvano Quezada, por Ramón Arano, Juan Ramón Quiroz, Manny Álvarez, Hilario Salinas y Luis Peralta, entre otros, todos bajo la dirección del “Toche” Peláez lograron el triunfo máximo y derrotaron a domicilio a los poderosos Saraperos de Saltillo”. No cabe duda que recordar es vivir y en mi caso es experimentar que mis primeros pasos didácticos fueron singularmente extraordinarios en esa tierra pródiga donde nació el excelso educador Carlos A. Carrillo.