Mixtla, el más pobre, pero es el único que no debe al DIF ni un peso por cuotas de despensas

Frente a municipios con solvencia económica, que son los más grandes, los más importantes, panistas, priístas y demás, el único municipio que no debe un peso al DIF estatal por concepto de cuotas de recuperación por las despensas que envía y las leches para los niños, es el de Mixtla de Altamirano, que es el de mayor rezago social.

La gran mayoría de los DIFs Municipales no pagan al organismo asistencial las cuotas de recuperación, de tal suerte que suman alrededor de 10 millones de pesos los que deben y que bien podrían ser usados para atender a más población vulnerable, dio a conocer Astrid Elías Manzur, encargada del despacho de Finanzas y Administración del DIF estatal.

El programaapoyo para sujetos vulnerables reciben despensas que contienen: una botella de aceite vegetal mixto de medio litro, una bolsa de arroz extra de 500 gramos, una lata de atún, una bolsa de avena, 500 gramos de frijol, harina nixtamalizada de un kilo, una bolsa de lenteja, dos paquetes de pasta para sopa y una bolsa de soya.

La cuota de recuperación por esa despensa es de 6 pesos, mientras que de las cajitas de leche para niños la cuota de recuperación es de 20 centavos, pero aún así hay DIFs municipales que no “tienen abuela” que lo cobran a los beneficiarios y no los paga al DIF Estatal, expresó el director general del organismo Juan Antonio Nemi Dib.

Aunque parezca increíble solamente el DIF Municipal de Mixtla de Altamirano, que es el municipio de mayor rezago social o el más pobre de acuerdo al CONEVAL y a cualquiera otra estadística; no debe un solo peso al DIF Estatal.

“Si el municipio más pobre no debe un peso en temas de cuotas de recuperación no hay excusa para que municipios con liquidez no paguen las cuotas de recuperación”, señaló Astrid Elías Manzur.

En conferencia de prensa, la funcionaria estatal expresó que se podría “ventanear” a muchos municipios, sin embargo no se reveló cuántos y cuáles son los que más deben.

En ese tenor, Juan Antonio Nemi Dib, señaló que el DIF Estatal funciona como el equivalente a una banca de segundo piso, pues de acuerdo con la ley, los programas alimentarios son operados con el concurso y la participación de los DIFs municipales, lo mismo que en el caso de la Ley 223 para las pensiones de adultos mayores.

Sostuvo que no se trata de exhibir a nadie, se trata de que tomen conciencia de la dimensión de la política social.

“La verdad la mayoría debe, la mayoría, chicos, medianos, grandes, verdes, rojos, azules, amarillos, naranjas (…) aparte quiero decir que no es dinero que el ayuntamiento tenga que poner, es dinero que los beneficiarios aportan, entonces resulta más sorprendente la vulia (sic.) para cobrar o digámoslo así, peor en el caso de que pudieran estarlo cobrando y no nos estuvieran enterando”, indicó.

Sostuvo que la deuda de los municipios es histórica, en algunos casos tenían más de 10 años, por ello tuvieron la necesidad de establecer estrategias de carácter legal para tener un registro diferente por los pasivos que ocasiona el hecho de que los DIFs municipales no paguen.

Acusó “truco” de parte de los ayuntamientos porque saben muy bien que el DIF Estatal sería incapaz de suspenderles el suministro del programa alimentario hasta que les paguen, ya que de lo contrario se les armaría una revolución.

“Ellos se valen de eso para seguir con una actitud de poca responsabilidad. Por qué discutimos esto, primero porque son reglas de operación que no son inventadas, que tienen el propósito de sembrar la corresponsabilidad, que la gente participe aportando mínima parte simbólica del costo de estos bienes que le benefician y porque es obligación de los ayuntamientos transmitir un bien que no les pertenece, que solamente cobraron y que tienen que entregar al DIF Estatal”, manifestó el funcionario estatal.