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Sección: Estado de Veracruz

Murió policía de Agua Dulce que recibió impacto de bala en 2010

Fue herido en la columna en cumplimiento de su deber, estaba incapacitado, pero sufrió de un tumor cerebral

Alfredo Santiago H. Agua Dulce, Ver. 23/02/2012

alcalorpolitico.com

A consecuencia de un tumor cerebral falleció la tarde del miércoles el oficial Hillmar Sánchez Bueno, quien se desempeñara con gran valor dentro de las filas de la policía municipal hidrómila, encontrándose incapacitado desde el mes de agosto del 2010, pues resultó herido en la columna en cumplimiento de su deber perdiendo en consecuencia la movilidad de las piernas.

La muerte de este elemento sorprendió a sus compañeros policías y a todos quienes lo conocieron, tras haber estado en las filas del ejército mexicano por varios años, decidió regresar a este municipio de donde era originario, enrolándose en las filas de la policía municipal.

Rosendo Méndez Córdoba, director de la corporación, recuerda la audacia de Sánchez Bueno quien cumplía con el modelo de la imagen de un policía confiable, astuto y servicial, de esos que pocos hay en las corporaciones.

Siempre atento, obedeciendo las órdenes de sus mandos siempre y cuando no significara torcer la ley, preocupado por su estado físico. También portaba el uniforme con orgullo, las botas boleadas como espejo, la camisola y el pantalón bien planchados; razón por la cual era el encargado de brindar las instrucciones de orden cerrada a los demás elementos, así como el adiestramiento físico.

Al mediodía del dos de agosto, el sargento Hilmar Sánchez Bueno recibió una bala que impactó en dos discos de la columna vertebral, luego de que la patrulla donde viajaba con dos elementos más, fuera asaltada por un comando armado cuando transportaban valores de una empresa privada.

Un mes más tarde, en el interior de la humilde vivienda ubicada en la carretera a La Granja número 4 de la colonia Díaz Ordaz, postrado en una cama sin poder caminar y ni siquiera sentarse, con 30 años de edad y cinco como oficial preventivo, relataba su tristeza por el momento que estaba pasando.

Un año y medio después, tras largas jornadas de terapias físicas ya podía caminar ligeramente con el apoyo de bastones, por algunos cuantos minutos y siempre huyendo de la silla de ruedas, cuenta su mamá.

La afligida mujer relata que la mayor preocupación de su hijo era poder caminar para volver a trabajar, su sueño era construir una casa de material para la familia, poder volver a salir de casa sin requerir de los cuidados de los demás, ser autosuficiente y en algún momento recuperar esa vida que le fue arrebatada por un disparo en cumplimiento del deber.

Sin embargo este ejemplar policía no contaba con que en su cabeza su hubiera formado un tumor, en las últimas semanas los dolores de cabeza y náuseas alertaron a los médicos, quienes por fin identificaron el mal que se había extendido por todo el cerebro.