Narra que le robaron su moto y después vio cómo los delincuentes se paseaban en ella

Señor Director:

Aprovecho el espacio que brinda su portal para externar mi preocupación por la ola de delincuencia que se está apoderando de Xalapa, pero sobretodo de la inacción de la policía que lejos de actuar con verdadera inteligencia policial, utilizan sus vehículos y uniformes sólo para extorsionar al buen ciudadano y no para actuar contra la delincuencia, haciendo que perdamos la credibilidad en nuestras “instituciones” (ya ve que está de moda).

Le relato los siguientes hechos:

Hace poco más de dos meses me robaron mi motocicleta que dejé estacionada fuera de mi lugar de trabajo, por la zona de CAXA, por lo cual interpuse la denuncia ante la Agencia Especializada en Robo de Autos ubicada en Jilotepec, ese mismo día me mandaron a llevar los oficios de investigación personalmente a Seguridad Pública, AVI (delegación y dirección general) y Policía Federal, puesto que los servicios que brindan no incluyen ni siquiera el envío de documentos. También tuve que dar aviso al 066 para que se emitiera la alerta.

Pues obvio, nadie se ha comunicado conmigo por lo menos por la gentileza de informarme si ha habido algún resultado de la “investigación”.

Hace unos días, justo en el mismo lugar de donde se la robaron veo pasar a dos tipos en mi motocicleta, la cual reconocí perfectamente y pues corrí a mi automóvil para ir tras ellos, desafortunadamente por el caos vehicular que hay en la ciudad no pude darles alcance pero vi el rumbo que tomaban, metros adelante solicité el apoyo de una patrulla para seguir a los delincuentes, pues supuse que no irían lejos y con el apoyo de sus radios sería fácil dar aviso a sus demás compañeros para cercarlos y lograr la detención, pues aunque en efecto ellos son preventivos y no investigadores, el conducir un vehículo con reporte de robo constituye un delito en flagrancia.

Para mi mala suerte, el oficial a cargo, me expresó que ellos no podían iniciar un “operativo” sin tener la autorización de la central y que tenía yo que hacer la llamada al 066 y siguieron su camino… ¡en sentido contrario al que les había indicado que se habían fugado los delincuentes!

A los pocos minutos llamé al número de emergencia siguiendo la instrucción que me dieron (para esto ya habían pasado como 20 minutos desde que vi mi moto) y me dijeron que sí tenían conocimiento del reporte de robo de la unidad, les indiqué las posibles calles y que sólo se limitaría la búsqueda a unas cuantas avenidas, pero no, me pidieron que esperara que iban a mandar una unidad a donde yo me encontraba para recibir mejor información.

La patrulla llegó unos 10 minutos después y luego de dialogar con los oficiales, (muy amables pero incapaces de tomar una decisión) les sugerí que si los acompañaba sabía más o menos el rumbo que habrían tomado los delincuentes y que seguramente aún andaban en las calles, pero no, no pudieron hacerlo, pues según me dijeron su sector sólo llegaba a unas cuadras más y no pueden salirse de su sector”.

Por lo que me sugirieron que nuevamente hiciera la llamada al número de emergencia para que ellos dieran la “alerta general” y así pudieran iniciar el “operativo”. Aunque no lo crea y ya sólo por frustración lo hice y me dijeron que ya había pasado mucho tiempo para tomar alguna acción, pero que estarían al pendiente y ellos me avisaban. Obvio no he recibido una sola llamada.

Me comuniqué con el agente que me recibió la denuncia y le comenté lo sucedido y el cinismo de los delincuentes que se pueden pasear en un vehículo robado sin que pase nada y me dijo que debía esperar a que los policías hicieran su trabajo, pues si yo intervenía podría “complicar las cosas”.

Al final de cuentas señor Director he perdido todas esperanzas, pero no de recuperar mi vehículo, que además es mi instrumento de trabajo, sino de que la policía lo pueda encontrar, si no pueden resolver casos más importantes, obvio que no habrán de resolver este y pues con la frustración que me produce y la decepción de estar aportando vía impuestos para el salario de estos pésimos (por decir lo menos) funcionarios públicos... deberé tomar otras medidas.

Ni modo, nos orillan a los ciudadanos a tener que hacer justicia por mano propia… la desesperanza se ha adueñado de nuestras convicciones y suplantado la confianza en nuestras instituciones, esas, sólo sirven para montar retenes que extorsionan a los ciudadanos como a un servidor le ha pasado (esa historia ya no la detallo para no frustrarlos más).

Atentamente
Rafael Herrera
(No omita mi nombre, no tengo miedo)

Teléfono (…)
(Ese sí omítalo por favor).