Narrativa de reconciliación de AMLO ayudó a definir elecciones

Ese lunes se realizó el coloquio “A un mes de las elecciones en México. Mesa de discusión sobre resultados, perspectivas y retos de los poderes entrantes”, organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), en el marco del Seminario Permanente de Economía Política y Dinámicas Sociales.

El investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas (CIDE), Mauricio Merino Huerta, indicó que fueron diferentes los motivos por los que los mexicanos votaron como lo hicieron el pasado 1 de julio, por un líder político que carga con una narrativa de reconciliación, es decir, por Andrés Manuel López Obrador.

Señaló que el ahora Presidente electo ofrece una construcción de narrativa política muy distinta a la que ofrecían los gobiernos anteriores.

“Lo que sí sabemos es que la exigencia de cambio es a todas luces elocuente respecto de los temas que más han lastimado a la sociedad mexicana y la forma en que éstos se abordaban por los gobiernos anteriores”, dijo el doctor en Ciencias Políticas y Sociología.

Sin embargo, Merino Huerta señaló que es necesario distinguir en qué medida la gente votó a favor del proyecto, en qué medida en contra de lo que estaba sucediendo en el país y en qué medida en contra de las alternativas que se presentaron en oposición a las de López Obrador.

Lo que sí es claro, dijo, es que la gente definitivamente “quería otra cosa” y por ello hubo un cambio.

“La consolidación de una mayoría absoluta a favor del Presidente electo sobre un movimiento creado exprofeso para acompañar el liderazgo del presidente López Obrador”.

Aunado a ello, destacó que otro cambio que se vivió fue la “destrucción” del PRI, que ya había perdido una elección pero en esta ocasión se desfondó al obtener resultados de un partido marginal, a pesar del aparato y la estructura con la que cuenta; por lo que pierde la elección de base y sin sentido.

Merino Huerta afirmó que esta situación muestra claramente el rechazo de la sociedad mexicana a las coaliciones, mismas que “fracasaron dramáticamente; especialmente la de Ricardo Anaya (PAN-PRD-MC), porque no tenía sentido desde un principio, dado que se formaron contra la posición partidaria, pues fueron una negación que no había manera de mezclar desde un principio, agua con aceite, la izquierda con la derecha”.

En lo que respecta a López Obrador, dijo que la figura del candidato fue suficientemente potente y MORENA fue tan autosuficiente que incluso no necesitaron del criticado respaldo del Partido Encuentro Social (PES), que acabó perdiendo su registro.

Otro motivo que afectó el voto, destacó el investigador del CIDE, son los agravios acumulados contra la sociedad, que se manifestó en el triunfo de un líder político que encarna el rechazo a ese agravio y que además, podría ser calificado como candidato independiente.

“El único candidato independiente era Andrés Manuel López Orador y no ‘El Bronco’, el único candidato que realmente representaba el rechazo a los partidos establecidos era Andrés Manuel López Obrador”, afirmó Merino Huerta.