Nestlé fomenta monocultivo y daño al ambiente en Veracruz, según experto

La explotación de un monocultivo y una afectación al bosque de niebla destacan entre las consecuencias de la participación de Nestlé en la producción del café en Veracruz, observó el tostador y director propietario de la marca “Catando Ando”, Luis Armando Murillo.

En entrevista con el programa “Crónicas del Sabor” con Rubén Hernández el tostador calificó de “tremendo” el daño al medio ambiente, dado el desplazamiento de la variedad arábiga por encima del café robusta, considerado este de alta calidad.

Esto, debido a que para producir el arábiga los cultivadores “rapan” el bosque de niebla para obtener un café de baja calidad, y con lo anterior satisfacer una demanda alta de la propia transnacional.



Aún con el crecimiento de las marcas de café instantáneo, Murillo enfatizó que en un plazo de diez años aumentó el consumo de café tostado y molido en México.

Así, para 2010, el 70 por ciento de los mexicanos compraban el café soluble, y para 2020 esta cifra disminuyó a un 55 por ciento, contra 45 por ciento de bebedores de café tostado-molido.

Además, el consumo de café per cápita creció en el país de 400 gramos a 1.4 kilogramos por mexicano, aunque a decir de Luis Armando Murillo, esta cifra es baja a comparación del consumo de 8 a 10 kilogramos de café por persona en los países nórdicos.



Sin embargo el costo ambiental de la demanda masiva de café de baja calidad provoca un “daño al ecosistema” y un “costo ambiental muy grave”.

En la entrevista, Murillo destacó el proyecto de Catando Ando, en donde los degustadores pueden catar en los recorridos por las fincas cafetaleras.

“El ir al cafetal, con la drupa roja, amarilla, el cortar un poco y vivir esa experiencia del cafetal en el campo es increíble”.