Niño de 12 años que padece parálisis cerebral espástica, lucha por rehabilitarse

Como un guerrero, a sus doce años de edad, se mantiene en la lucha Ellioth Adán Grajeda Escoto, acompañado de su abuela Margarita, quien se tomó la total responsabilidad para la rehabilitación que su nieto requiere, quedan pendientes más intervenciones quirúrgicas para que pueda caminar y recuperarse de la parálisis cerebral infantil espástica que padece.

Ellioth y su abuela María Margarita Escoto Salgado, viven en la colonia Parcela 14, donde reciben el apoyo de amigos, de vecinos y de instituciones que le brindan apoyo de forma esporádica.

Afortunadamente, la delegación de Cruz Roja en el puerto de Veracruz le apoyó con una operación en sus pies, se realizaron un promedio de tres intervenciones por especialistas en traumatología, aunque estarán pendientes otras más en la cadera y en la pierna izquierda, así como en sus manos.



Luego de ser rechazado por su abuelo materno, por su familia paterna, la pérdida física de su madre, Maribel Grajeda, quien muy joven perdió la vida por complicaciones en su segundo embarazo, Ellioth se mantiene con fortaleza emocional.

Su sonrisa es impecable, sus cejas delineadas en negro enmarcan la expresión de alegría en sus ojos. Muestra algarabía a quien le visita, aunque no le conozca.

Aún hay mucho por hacer, pese a que el Sistema Municipal DIF interviene en la ayuda oportuna para esta familia de dos integrantes, se requiere asistencia diaria en la manutención, ya que la señora María Margarita Escoto ya no puede trabajar, porque a su edad, difícilmente se le da oportunidad de empleo y prefirió la atención hacia su nieto, pese al rechazo de sus otros dos hijos que tampoco desean cooperar en esta causa de amor.



Cuenta con una silla de ruedas, pero aún no ha podido rehabilitarse. Aunque fue parte del Centro de Rehabilitación Infantil Teletón (CRIT) Veracruz, tuvo que dejar de asistir a las terapias porque de acuerdo a la política interna de este organismo, mantenía inasistencias porque a la abuela le costaba trabajo el traslado desde el municipio de Tihuatlán hacia Poza Rica, ante la falta de recursos económicos.

Por ello, prefirió mudarse a este municipio, pero finalmente perdió el apoyo del CRIT, sin embargo la Fundación Danitos, le ofrece la terapia de rehabilitación con la cual ha logrado avance de superación ante la parálisis infantil que se apodera del organismo de Ellioth.

Las necesidades son interminables, en tanto, la esperanza ha llegado para Ellioth y su abuela Margarita que aún deben continuar con tratamiento hasta el puerto de Veracruz, luego que a través de un medio de comunicación electrónico difundió su historia y la Cruz Roja tomó interés en él.