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Sección: Estado de Veracruz

Niños y adolescentes de Veracruz entre los 12 y 17 años dejan sus hogares: CEDAS

- Lo abandonan para buscar ingresos, por disfunción familiar o por la aventura, indicó Paty Díaz

- En lo que va del año se ha regresado a 25 de ellos con sus padres

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 09/10/2012

alcalorpolitico.com

Paty Díaz Veyán, secretaria ejecutiva del Consejo Estatal de Asistencia Social y Protección de Niños y Niñas (CEDAS), informó que han detectado que adolescentes de 12 a 17 años son migrantes; 80 por ciento son varones y 20 por ciento mujeres. Por ello es necesario garantizar y formar a los padres de familia para que les brinden un buen hogar.

“En lo que va de este año hemos retornado a 25 adolescentes y les estamos dando un seguimiento, varios de ellos ya tienen material para desarrollar un proyecto productivo”.

Entrevistada en el marco de la presentación del 1er Diplomado de cuidados paliativos y tanatología, dijo que los niños migrantes veracruzanos abandonan el hogar por buscar un ingreso; así como también disfunción familiar e incluso por la aventura.

Esta migración es dispersa en muchos municipios, como en la región de Los Tuxtlas. Principalmente se dirigen a Jalisco, Nuevo León y al Estado de México.

Comentó que hay casos donde son detectados en algún DIF de otra entidad y para ser regresados a su hogar siempre que haya las condiciones adecuadas.

Enfatizó que es el hogar donde ellos deben sentirse más amados y protegidos, por ello se enfocan en garantizarla. No obstante, muchas veces como reflejo de los problemas que atraviesa la sociedad, es en el seno familiar donde se reproducen conductas agresivas y violentas.

“Hay que empezar por casa, pero donde el niño tiene su primer contacto, donde aprende lo bueno y lo malo de la vida, protegerlo, cuidarlo y proporcionarle todo lo que necesita para desarrollarse”.

Mencionó que por ello es importante el taller de “Buen trato de familia”, actualmente lo imparten a servidores públicos de la Secretaría de Finanzas, ya que en algunos casos no se trata de mala fe, sino por ignorancia de los padres el no imponer límites a los hijos.

“No sabemos que al niño le hacemos daño dejándole hacer lo que se le pegue la gana, sin ponerle límites. Pero el mismo daño le hacemos golpeándolo cuando no hace lo que le ordenamos, es un arte ser papás y formar personas. Hay que tener ciertas herramientas, capacitarse para saber, cómo formar a una persona para que llegue a ser un buen adulto”.

Finalmente, recomendó a los padres que quieran acercarse a este taller o que soliciten información que llamen al 8.12. 37.49 y 8.18. 32. 19.