Quizá el futuro no sea tan dramático como se ha pintado, sin embargo, no será fácil, sostuvo la entomóloga colombiana, estudiante de un doctorado en polinización en el Instituto de Ecología (INECOL), Paola González Venegas, cuando se le cuestionó en relación a la desaparición de abejas polinizadoras domesticadas y sus efectos en la alimentación humana.
Hay quienes señalan que los alimentos del mundo están en riesgo, dado que a últimas fechas miles de cultivos se han quedado sin polinizar por la extraña desaparición de estos insectos, específicamente en Canadá, Estados Unidos y Europa.
En relación al tema, la experta consideró que quizás no haya hambruna, aunque la diversidad de especies comestibles para los humanos se reduciría, además de que los precios se elevarían considerablemente, lo que afectaría principalmente a quienes tienen menores ingresos.
Y es que los países tendrían que recurrir a la polinización de cultivos a mano, para suplir el trabajo que hacen las abejas, es decir, los costos de producción se elevarían y también los precios al consumidor.
Este fenómeno, aunque pareciera ajeno a México, es motivo de preocupación, dado que en la actualidad existen lugares del mundo, en donde la contaminación ha arrasado con las abejas y se hace uso de medios alternos para poder satisfacer la demanda de alimentos, como es el caso de China.
La investigadora especializada en insectos explicó que existen estudios que podrían indicar el motivo por el que "desaparecen" las abejas y el principal es causado por la mano del hombre: uso de pesticidas.
La especialista detalló que las abejas tienen memoria y se guían por la polarización de la luz solar, es decir los rayos representan para ellas un mapa que les señala "dónde están sus casas, sus flores y sus colonias".
No obstante, aun gozando de memoria, al llegar a sus lugares de origen, lo primero que reciben son los olores que producen las sustancias pesticidas, lo que las desequilibra y les hace perder el sentido de la orientación, por lo que se alejan y se pierden.
"Debe afectar su sistema nervioso y pierden la capacidad de leer la luz polarizada, lo que provoca que ellas se extravíen".
En Europa, por ejemplo, se ha notado el arribo de abejas en jardines particulares, llenos de flores, y se sospecha que son grupos que no pudieron retornar a sus "hogares" originales.
Pero éstos son los casos menores, pues la mayoría se pierde y se desconoce el lugar al que arriban. Lo que posiblemente sea positivo es que se encuentran en calidad de desaparecidas y no muertas, lo que significa que pudieron haber llegado a otro lugar, al que no tienen acceso los humanos. Pero esto es incierto.
Lo que es un hecho, señala la entomóloga, es que el síndrome de colapso de abejas, debe representar un trabajo de estudio serio a cualquier nivel, dado el importante proceso que tienen las abejas en la generación de alimentos.
En México, desconoce si los haya; contrario a lo que ocurre en los países desarrollados, en donde existen diversas iniciativas políticas al respecto.