No hay información correcta para tratar el problema de la obesidad: Ruy Pérez Tamayo

“La obesidad es un problema de salud pública en México; en otras partes del mundo, se maneja información incompleta respecto de la obesidad. Es absurda y con frecuencia falsa o negativa”, señaló Ruy Pérez Tamayo, especialista en nutrición de El Colegio Nacional.

Entrevistado en el marco de los Simposios de Obesidad organizados por la Facultad de Nutrición en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) Xalapa, de la Universidad Veracruzana,indicó que a la obesidad le pasa lo mismo que al cáncer que se concibe como si fuera una sola enfermedad; no obstante, se trata de un problema heterogéneo de procesos patológicos.

“No es lo mismo un gordo por hipotiroidismo que un gordo por causas genéticas o un gordo por bulimia e inactividad. Debe informarse correctamente respecto a lo que es la obesidad, pues en la actualidad afecta a niños, jóvenes, mujeres, hombres y adultos por igual”.

Indicó que la obesidad es un problema de salud pública que debe entenderse, analizarse y atenderse desde diferentes aristas. Sobre todo, implementando estrategias funcionales.

“No sólo por las diferentes patologías por las que se presenta, sino porque para la persona que es obesa, representa un factor de riesgo, ya que se generan problemas no sólo fisiológicos sino también psicológicos e incluso sociales”.

El especialista aseguró que los textos de medicina, consideran a la obesidad como una enfermedad que tiene relación con otros aspectos, como el genético, la maternidad, por lo tanto, lleva consecuencias como diabetes e hipertensión.

Durante su conferencia distinguió dos tipos de obesidad, la funcional y la disfuncional.

Mencionó que en la obesidad funcional, las personas se consideran como un poco gordas con un índice de masa corporal dentro del índice de “sobrepeso”. Muestran adiposidad excesiva abdominal o bien distribuida en las extremidades inferiores. Son buenos comedores y se preocupan poco de su exceso de peso. Usan frases como “siempre he sido gordo, siempre he sido sano”.

Mientras que en la obesidad disfuncional, la persona no está enferma, siempre ha sido sana, en un estado distinto al del sujeto con peso normal. La diferencia consiste en lo que se conoce como factor de riesgo.

“El sobrepeso aumenta las probabilidades de que el sujeto se enferme de distintas cosas en un futuro más o menos cercano o lejano. Una persona con sobrepeso tiene más probabilidades de enfermarse de diabetes tipo 2, que un sujeto no obeso de su misma edad y peso”.

Por otra parte, señaló que la obesidad es una epidemia grave, “hablar de obesidad como enfermedad y como pandemia es una generalización útil; son llamados de atención para que la gente voltee y vea la existencia de problemas de salud pública que afectan a comunidades más o menos numerosas”.

Pérez mencionó que por ello deben estudiarse casos específicos para tratar de definir el tipo de obesidad de acuerdo al sexo, grupo de edad, nivel de masa corporal, estatura, actividades laborales y aspecto físico.

Concluyó diciendo que es necesario reflexionar hasta qué punto un sujeto sano podría llegar a enfrentar problemas de sobrepeso, de eso depende una vida sana futura.