No hubo denuncia por violación ni por asalto tras ataque a católicos; víctimas iban a Xalapa

La Policía Federal informó que no hubo denuncia alguna por asalto o violación sexual, luego del ataque a un convoy de católicos en la carretera Amozoc-Perote, la madrugada de este martes 26 de septiembre. Tras el crimen, la dependencia tuvo tres contactos diferentes con los tres vehículos asaltados.

En entrevista radiofónica con la periodista Denise Maerker, el comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, señaló que hubo información “distorsionada” por una denuncia pública de personas que no estuvieron presentes en el lugar y que mezclaron hechos ocurridos en Oaxaca, donde —sin violencia—, personas que requerían apoyo quitaron despensas a otra brigada.

De acuerdo con el funcionario, el convoy de católicos fue asaltado en los límites de Puebla y Veracruz, a casi 122 kilometros del corredor seguro que se estableció para el traslado de víveres a Oaxaca.



Alrededor de las 2:35 horas, uno de los tres vehículos —una camioneta gris—, tuvo que parar en dicho punto porque se le ponchó una llanta. Los brigadistas, señaló, provenían de Jojutla, Morelos e Izúcar de Matamoros, Puebla, donde ya habían entregado apoyos a personas daminificadas.

En el sitio, un grupo de entre seis y ocho personas salieron del monte y los despojaron de celulares y dinero, ocurriendo detonaciones de armas de fuego luego de que forcejearan con los asaltantes.

Castilla Craviotto aclaró que aunque tendrán que agotar las investigaciones, en ningun momento se denunció un ataque sexual en este asalto.



Tres contactos con vehículos de brigadistas luego del crimen

El Comisionado de la Policía Federal explicó que luego del ataque a los brigadistas católicos, elementos de la dependencia tuvieron contacto en tres puntos diferentes con las víctimas.

El primero ocurrió en el kilómetro 123 de la carretera Perote-Xalapa, donde un policía encontró a un hombre sin camisa y con una lesion visible en el brazo derecho; posiblemente por esquirlas de una escopeta.



“Al ver la patrulla corrió y le dijo (al policía) que los acababan de asaltar y señaló la camioneta pick-up blanca en la que viajaban y que se encontraba estacionada en la caseta de peaje. Procedían de Morelos con destino a Xalapa, Veracruz”, detalló.



Dicha persona iba con su esposa y su hermano, quien refirió ser expolicía federal. Luego de ser trasladados a un hospital rechazaron denunciar lo ocurrido.

Cabe señalar que de acuerdo con el Comisionado, este vehículo blanco sería el que aparece baleado en fotografías difundidas.

El segundo contacto, explicó Castilla Craviotto, ocurrió en el kilómetro 102 de la carretera Amozoc-Perote, donde elementos de la Policía Federal encontraron otro vehículo Nissan Frontier tipo pick-up, de color gris y placas de Veracruz.



A bordo de esta unidad viajaba un hombre acompañado de cuatro mujeres. La camioneta traía la llanta ponchada y recibió auxilio de los elementos de seguridad para cambiarla.

Estas personas refirieron que los asaltaron, les quitaron dinero y teléfonos celulares. Luego de ser escoltadas en una patrulla hasta una plaza en Xalapa, tampoco quisieron denunciar.

“Se fueron agradecidos y ahí terminó la atención”, dijo Castilla.



Por último, un tercer contacto ocurrió en la estación Libres, en el estado Puebla, donde policías federales encontraron un vehículo Nissan tipo caja, cabina rojo con blanco, abandonada, encendida y con las intermitentes puestas.

Luego de que los elementos de seguridad buscaran por el lugar, salió de entre la maleza una persona que informó que el convoy de tres vehículos al que pertenecía fue asaltado por ocho personas armadas, quienes los despojaron de celulares y carteras.

“A esta persona también se le asistió, se le llevó a los límites con el estado de Veracruz. (…) No tenemos de ninguno de estos tres contactos un testimonio que arroje un ataque de las características que ayer se refirieron. Particularmente de algunas personas del género femenino”, dijo el Comisionado.



Castilla Craviotto señaló que el lugar donde ocurrió el ataque es “una zona importante de robos”, localizada —reiteró—, a 122 kilómetros del corredor seguro.