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Sección: Estado de Veracruz

No se debe exigir respeto a la mujer a través de la violencia: Diócesis de Orizaba

- Reprueba Iglesia “feminismo radical” mostrado en marcha en CDMX

- Cae en el anarquismo que es ideológico y que pretender crear sus propias verdades, dijo

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 17/08/2019

alcalorpolitico.com


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El vocero de la Diócesis de Orizaba, el sacerdote Helkyn Enríquez Báez, consideró que se debe promover el respeto a la dignidad de la mujer, pero no se puede hacer con más violencia, como ocurrió ayer en la Ciudad de México tras las protestas feministas.

"No se puede hacer con más violencia contra el mismo sexo que es el masculino, contra profesionistas que cubren su labor, contra la propiedad privada o pública que son patrimonio (ajenos) y que no deben ser afectados, porque muchas veces no tienen nada que ver con el problema que se pretende denunciar".

Dijo que todas las instituciones deben proponerse promover el alto a la violencia, no sólo de género sino contra todos los sectores, pero insistió que sin provocar más violencia.



"Creo que algo que debemos distinguir es el feminismo de equidad y el de corte ideológico radical. El primero es reconocer que hombre y mujer tienen la misma dignidad y derechos fundamentales, si en un trabajo realizan la misma actividad deben recibir el mismo salario".

Añadió que también se deben crear las condiciones de equidad para que ellas se desarrollen libremente como lo hacen los hombres.

Pero destacó que el feminismo radical es el que cae en el anarquismo, que es ideológico y la ideología pretende crear sus propias verdades, pero también es totalitario porque quiere imponer lo que quiere de una forma violenta.



"El feminismo radical es mesiánico porque se pretende erigir como la única forma y solución. Las ideologías y totalitarismos siempre han sido negativos porque se cae en la destrucción".

Acotó que no se puede combatir la violencia con más violencia, “los actos barbáricos que se dieron ayer de violencia contra el patrimonio público y particular y el atentar contra una profesión que tiene el derecho de cubrir los acontecimientos ­–que es el periodismo–, hablan de una expresión que no ha sabido hacerse con inteligencia y congruencia de aquello que pretenden, las feministas, defender”, concluyó.