No se les paga a los profesores para que maten los sueños de los niños

Estimado señor de Al calor político:

He leído con detenimiento el correo publicado en su digno medio esta mañana, -que por cierto- mientras yo estoy descansando en mi casa, mis hijos se fueron contentos para ir a la escuela, ya que ésta pertenece al municipio de Emiliano Zapata.

Quiero expresar la indignación que me produce el leer, escuchar e inclusive ver con frecuencia casos en los que los niños son maltratados por sus padres, maestros o los mismos compañeros. Las personas que tenemos la fortuna y bendición de ser padres, en este caso me toca ser mamá, nos causa un profundo dolor, tristeza e impotencia de ver que en los lugares, en los únicos lugares que nuestros hijos deben de recibir únicamente amor, atención y comprensión sea precisamente donde más maltrato reciban y me refiero a la casa y a la escuela.

Me refiero al caso del profesor Daniel García Pérez, que lastimó a un alumno de su grupo, un niño de tan sólo 9 años, desconozco las causas que lo motivaron a hacer tan deplorable acción, pero bajo ninguna de las circunstancias las puedo aprobar. Como maestros deben de recibir la preparación suficiente para saber cómo tratar cualquier situación que se presente en su aula y su escasa capacidad no le da para ello, que busque la asistencia de una prefecta (o) o del psicólogo de la escuela, pero no tiene ningún derecho a maltratar a sus alumnos, su función y compromiso es enseñar lo que le dicte su programa de trabajo, educar y orientar, no golpear ni maltratar física ni psicológicamente a nadie, menos a un niño.

Tal vez mi amor de madre es lo que me hace escribir esto, pero créame maestro y ojalá me lea, que tengo la fortuna de entregar a mis hijos contentos cada día, de recogerlos de igual manera, de disfrutar con ellos hacer tareas y si por alguna razón el tiempo no me lo permite, lo hace mi esposo. Para nosotros ellos son lo mejor que nos ha pasado y como dice su papá, la mejor herencia que se les puede dejar es la buena educación, misma que depende de lo buenos maestros, compañeros de clase, de lo contrario sólo tendremos hijos como el caso de este niño que fue maltratado por su profesor y ahora ve a la escuela y los maestros como algo malo y negativo, gracias a profesores como Daniel García Pérez.

Hoy tenemos una gran cantidad de niños vándalos, drogadictos, ya que mientras nosotros pagamos su "trabajo como maestros" ellos con sus actitudes sólo están destruyendo las oportunidades, sueños e ilusiones de nuestros hijos.

Ojalá este y todos los maestros que desquiten sus frustraciones con los niños que no son sus hijos aprendan a dejar sus problemas en casa y quiero pensar que este maestro en particular no tiene hijos, porque sé que no le gustaría enterarse que a sus hijos les sucediera lo mismo

Mi nombre es Lic. Dalia Pérez

Mi teléfono para cualquier duda es (…)
Le suplicaré en caso de que decida publicar esta nota no publicar mi teléfono
Gracias.