En 3 años, delitos de alto impacto se triplicaron en Veracruz

En Veracruz, al menos los últimos tres años, el delito de homicidio doloso se incrementó casi tres veces, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En 2014 ese crimen tuvo una tasa de 6.10 y para el cierre de 2016 alcanzó 15.52 casos por cada 100 mil habitantes, la más alta en 20 años.

En enero de 2017 las cifras colocaron a Veracruz con 102 asesinatos, 15 secuestros, 55 extorsiones, 237 denuncias por robo de vehículo con violencia y 489 carpetas iniciadas por robo de vehículo sin violencia.



Según el secretariado, entre los delitos de alta incidencia, en los últimos tres años creció el robo de vehículos sin violencia al pasar de 4 mil 536 en 2014 a 5 mil 589 en 2016; mientras el secuestro y extorsión tuvieron un repunte entre el año 2015 y 2016, al pasar de 97 a 132 secuestros y de 126 a 192 casos de extorsión.

En el histórico, la incidencia de esos delitos de alto impacto alcanzaron los números más altos registrados desde 1997 en el gobierno de Javier Duarte.

Homicidio doloso, secuestro, extorsión y robo de vehículo superaron el récord durante el periodo del ex gobernador (2010-2016).



Cifras del secretariado reportan que al inicio de la contabilización oficial de delitos de alto impacto en 1997 la entidad tuvo 722 homicidios dolosos, ocho secuestros, 53 denuncias por extorsión, 417 casos de robo de vehículo con violencia y mil 52 de robo de vehículo sin violencia. En total en 2016 se reportaron mil 258 asesinatos, la cifra más alta en la historia del reporte. Por secuestro se iniciaron indagatorias por 132 casos.

Las extorsiones se triplicaron a 192 carpetas de investigación, el robo de vehículo con violencia se cuadruplicó a mil 971 denuncias y el robo de vehículo sin violencia se quintuplicó con un registro de 5 mil 589 casos.

En 2014 la entidad tuvo el mayor número de secuestros denunciados con 144 casos y en tanto que las extorsiones alcanzaron su máximo en 2013 con 461 casos, luego bajaron a 126 en 2015 y retaron en 2016 con 192 casos.



El Programa Nacional de Prevención de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred), de la Secretaría de Gobernación, ubicó en los tres principales municipios de la entidad (Xalapa, Veracruz y Boca del Río) en 2015 que los delitos de mayor incidencia eran inseguridad en las calles, el transporte público y los parques, además de un alto índice de robo con y sin violencia, y delitos sexuales. Cita que tan sólo en Xalapa fueron detectadas 11 pandillas, seis de ellas con 21 integrantes menores de edad que “agreden a la comunidad y generan un ambiente de inseguridad”.

Especialistas consultados por EL UNIVERSAL alertaron que la crisis en Veracruz comenzó desde sexenios atrás y ha cobrado estragos en cuestión de seguridad, pero también en el aspecto económico.

“En el tema de seguridad desde la administración de Fidel Herrera fue muy obvio que el problema de la delincuencia organizada creció y eso nadie lo puede negar porque el número de homicidios y secuestros incrementó. La evolución de Los Zetas fue gracias a la debilidad que hubo o la colusión con la administración de Fidel Herrera. Recuerdo que iba a dar clases al estado de Veracruz durante la administración de Herrera y era visible y palpable cómo la entidad se venía cayendo”, comentó Martín Barrón, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).



El experto alertó sobre el desfalco económico y el crecimiento exponencial que dejó la administración de Duarte en esta situación es una muestra del debilitamiento de las instituciones del estado.

“Puede ser que empiece a haber manifestaciones sociales y repudio en los eventos públicos. Va a ir pasando del rechazo a los gobernantes y podría ocurrir un eventual estallido social”.

María Elena Morera Mitre, presidenta de la asociación Causa en Común, dijo que hay que reforzar las reglas de transparencia y rendición de cuentas en la entidad porque la corrupción que ha azotado a la entidad ha afectado el aspecto de seguridad y social y los veracruzanos no están conformes. “Puede haber un levantamiento social porque la gente no puede seguir aguantando estos actos de injusticia. Si no se logra una reestructura de la deuda que sea para bien de los veracruzanos, podemos terminar en un problema social de verdad”, advirtió.