Nueva Ley de Protección Civil debe señalar responsabilidad a todos de acuerdo a sus funciones: CENAPRED

La nueva Ley de Protección Civil que se pretende crear en Veracruz, debe dar responsabilidad a todos, de acuerdo a sus funciones y atribuciones, consideró el director de Análisis y Gestión de Riesgos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), Luis Eduardo Pérez Ortiz Cancino.

Se pronunció porque el Congreso del Estado deba y pueda limitar y condicionar el uso del suelo y las licencias de construcción para disminuir el riesgo de desastre en la entidad a partir del nuevo ordenamiento legal.

Durante su conferencia al inaugurar los foros de consulta para dicho nuevo ordenamiento legal que se pretende crear, subrayó que la vulnerabilidad es específica al tipo del fenómeno.

Definió que la gente elige donde vivir a partir de sus condiciones sociales y económicas, por lo tanto, la gente que habita sitios de riesgo no lo hace porque quiera necesariamente, sino porque muchas veces no tiene acceso a suelo seguro, a crédito ó a las oportunidades de vivir en otro sitio.

Por lo tanto, -aseveró- la política pública de gestión de riesgo es transversal a otras políticas públicas, por lo tanto, la política de vivienda debe asumir sus responsabilidades en cuanto a reducir el riesgo y es que si se tuviera mejores accesos a viviendas seguras, en sitios menos expuestos, las probabilidades de daño se reducirían y un ejemplo simple es el cuento de “Los tres cochinitos”.

Luis Eduardo Pérez Ortiz Cancino afirmó que las políticas públicas que decidan los gobiernos generarán efectos positivos y efectos negativos, que se deben compensar a través de otras políticas que ajusten las primeras decisiones; pero la mayoría de los efectos negativos están afectando la seguridad de la población.

Es decir, hay efectos positivos valiosos, pero si no se cuidan los aspectos adversos que se puedan dar, se estará impactando la seguridad de los ciudadanos, tales como falta de fuerza institucional, articulación de políticas, pérdida de capital ambiental y desigualdad territorial.

Admitió que se ha fallado muchas veces en las reubicaciones porque se piensa que la gente lo que necesita son cuatro paredes y un techo y se les aleja de los mercados, escuelas, hospitales, en general del equipamiento, lo que los empobrece.

Por ello, ahora se debe pensar en reubicaciones con ese equipamiento cercano para su desarrollo.

Consideró necesario que los gobiernos comprendan que se depende de otros gobiernos, de otros poderes y otros sectores y que para alcanzar las metas deseadas se va a requerir de la participación de todos.

Definió que la resolución de los riesgos de los desastres será parcial a menos que se comience con dos prácticas fundamentales: entender que hay interdependencia para lograr los objetivos y una enorme colaboración.

Indicó que el gran cambio que trae la ley de protección civil se define en una idea: anteriormente se enfocaba en atender los desastres y gastar dinero en la desgracia que en prevenirla; ahora es que los esfuerzos se deben orientar a invertir en prevención y no en gastar en atender los efectos.

Dijo que el verdadero enemigo es el riesgo de desastre que se compone de tres elementos básicos: el peligro, la vulnerabilidad y la exposición.

El peligro se refiere a la capacidad destructiva de la naturaleza y la actividad humana, sin embargo, la capacidad destructiva de la naturaleza no se puede hacer mucho por modificarla porque convive con nosotros.

Mencionó también que el cambio climático incrementará las capacidades destructivas, su frecuencia y su intensidad.

Finalmente, expuso que ordenar el territorio es una función explícita de los municipios a través del uso del suelo, de las licencias de construcción.