El problema que se da dentro del Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio Adversarial, es que con la obsesión por la no contaminación del juez, se le exige dar una sentencia demasiado rápido, no le dan tiempo de mucho razonamiento, consideró Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas, catedrático de la Universidad del País Vasco, España.
“Me parece que la legislación mexicana ha sido demasiado rigurosa, lleva a que inmediatamente después de celebrado el juicio el juez tenga que adoptar una decisión y no solamente una decisión al momento sino explicarla”, manifestó en entrevista en el edificio del Poder Judicial del estado de Veracruz a donde impartió una conferencia sobre argumentación jurídica.
Subrayó que al final se premia demasiado el instinto, la emoción, intuición del juez, fruto de los hechos a los que ha asistido, pero sin que se le dé un cierto tiempo de reflexión, razonamiento, maduración para la decisión ó se puedan modular de algún modo las impresiones que puedan resultar erróneas.
“Me parece que no hubiera pasado nada si se hubiera dejado al juez una semana o dos para reflexionar y redactar la sentencia con calma”.
Asimismo, opinó que el problema fundamental de la acusación de que los delincuentes salen con este nuevo sistema, no es un problema de los jueces solamente, sino de todos los agentes que intervienen en el proceso de administración de justicia.
“Los jueces cuando dejan libre a una persona que ha sido procesada por un delito en muchas ocasiones es porque está mal instruido el expediente, es porque la policía, procuraduría no están acostumbrados o no se han formado o están en vías de formarse, de instruir un expediente penal con todas las garantías”, de ahí lo importante de la capacitación.
El Conferenciante, afirmó que la implementación del Sistema de Justicia Penal Acusatorio Adversarial es un cambio radical en la cultura jurídica latinoamericana y un proceso que se está dando con diferentes ritmos en todos los países de Latinoamérica.
“La oralidad en el ámbito penal me parece muy interesante, me parece que el juez tenga acceso directo que conozca directamente a las partes, que asista a la práctica de las pruebas”.
Añadió que a veces olvidamos que los Poderes Legislativo y Ejecutivo, son los poderes que responden a la ciudadanía pero el Poder Judicial emana del pueblo, por eso la ciudanía tiene el derecho de controlar el poder que ejercen jueces y magistrados, porque es un poder prestado por el pueblo, y el elemento fundamental de transparencia es su sentencia.
Destacó que en los juicios orales al igual que en los escritos, la importancia de la argumentación es enorme, porque es el instrumento a través del cual los jueces y magistrados dan cuenta a la ciudadanía de cómo ejercen un poder del estado que procede de los ciudadanos.
“Durante mucho tiempo hemos pensado que la sentencia va dirigida a las partes de un proceso, al tribunal que tuviera que revocar, pero los destinatarios de la sentencia son ciudadanos en su conjunto, hay que dar razones, lo más claramente posible, con un lenguaje ciudadano, y es un elemento fundamental de control de la función jurisdiccional”.