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Ante el anuncio del Papa Benedicto XVI

Nunca ha dejado de ser el latín, la lengua original de las misas: Monseñor Hipólito

Se utilizan traducciones, pero el Misal Romano es el mismo, aclara el Arzobispo Volverá a intensificarse el estudio del latín en las aulas del Seminario, para sacerdotes En Orizaba hay 3 parroquias seguidoras de Marcel Lefebvre, en las que se ha seguido celebrando en latín

Lupita L?pez Xalapa, Ver. 17/07/2007

alcalorpolitico.com

El anuncio que hizo el Papa Benedicto XVI de que las misas pueden seguir celebrándose en latín, no significa que ya no se celebrarán con el Misal surgido del Concilio Vaticano II que tiene traducciones en todos los idiomas, afirmó el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, quien también consideró que en el Seminario tendría que acentuarse la enseñanza de la lengua latina, ya que anteriormente era materia obligada durante toda la carrera y actualmente sólo se estudia dos años.

El latín, explicó el arzobispo en entrevista con Alcalorpolítico, nunca se ha quitado, más aún, la norma del Misal de Pablo VI que es de 1970, habla de que se da la posibilidad de que se hagan las misas en otros idiomas, que se llamaban en ese tiempo en lenguas comunes o vulgares, por ejemplo, en español, inglés, italiano y en todos los idiomas.

“Entonces, el latín, en cierto sentido, sigue siendo como la lengua original. De hecho, la Santa Sede, el Papa, todos los documentos que emite son en latín, porque es como la lengua madre, y ya de ahí vienen las traducciones”, apuntó Monseñor Reyes Larios.

Incluso, dijo, cuando fue su toma de posesión como arzobispo de Xalapa, la leyó primero en latín el padre Rafael González, porque es el idioma original y luego hizo la traducción en español, “pero no es ninguna novedad en el sentido de que se haga una celebración en esa lengua y claramente está que la de la entrega de los Palios el 29 de junio fue en latín, aunque el Papa manejó otros idiomas.

Entonces, insistió, no es que se haya quitado el latín, “vuelvo a insistir, por ejemplo, la traducción de los misales, en un lado tenemos el misal romano, pero la edición original, típica está en latín y de ahí vienen las traducciones, nosotros tenemos la traducción en español”.

Mencionó que se permitió que se hicieran traducciones y que la misas se celebraran en las lenguas de cada país, pero no se quitó lo otro, sigue siendo la base.

Agregó que en la página Web del Vaticano solamente tiene en latín el documento donde el Papa Benedicto XVI habla precisamente sobre este asunto de que, además del Misal emanado del Concilio Vaticano Segundo y promulgado por el Papa Pablo VI en 1970, se permite seguir celebrando la misa con un Misal que venía de la antigüedad y que todavía le tocó editarlo a Juan XXIII, quien fue el emprendedor del Concilio y que lo empezó como en el año 59; murió en el 63 y lo sucedió Pablo VI, que decía que había que abrir las ventanas porque ya olía a rancio en la iglesia y con él se revolucionó todo.

El Papa Benedicto, ahora, “yo creo que la razón principal de volver a permitir o de ser consciente de que se puede seguir celebrando en el misal que editó Juan XXXIII en 1962 está un poquito en la línea de acercamiento y de comunión con los hermanos que son seguidores del arzobispo frances Marcel Lefebvre, de hecho, “yo tenía en Orizaba tres iglesias de estas, de Marcel Lefebvre, una en la ciudad de Orizaba y dos en un pueblito que se llama Dos Ríos, ellos han seguido celebrando en latín”.

Ahí, dijo, a veces vienen a celebrar sacerdotes de fuera, de México, de España, Francia y de algún otro lugar.

Dijo que el Papa Juan Pablo II intentó acercarse mucho a Lefebvre, hasta al final, hasta antes de que muriera y le estuvo rogando que regresara pero no quiso, y ahora cuando él muere se quedan sus seguidores, quienes están un poco divididos.

Dijo que ellos no aceptaban las conclusiones del Concilio Vaticano Segundo y tampoco la sucesión apostólica del obispo de Roma, porque ellos decían que el Papa había llegado nomás hasta Pío XII, y que ya Juan XXIII porque fue promotor del Concilio, “lo tachaban”, y ahí empezó la dificultad, pero fue después del Concilio Vaticano II.

Ellos empezaron a decir que ese Papa no era el auténtico sucesor y segundo, que el Concilio Vaticano para ellos no tenía validez y ese era el fondo de toda la división.

“Ahora, el Papa Benedicto continuando la obra de Juan Pablo II, otra vez quiere tender puentes, y si una de las dificultades, quizá la menor, es la cuestión del latín, porque esto es algo que no se ha quitado, que pueden seguir celebrando en esa lengua”.

Aquí, dijo, a lo mejor lo más delicado es que está el Misal de Pablo VI, que es el que todos usamos ahora que es el de 1970, pero en el Concilio usaron una edición del mismo Misal Romano en 1962 aprobada por el Papa Juan XXIII, y entonces, lo que está hablando ahora el Papa es que se puede permitir o de hecho se permite ya que se siga celebrando con ese misal que fue promulgado en 1962 y que está en latín todavía con el rito anterior y que es el siguen utilizando los lefebvristas o los de San Pío X”.

Eso no quiere decir que ya en todos los países las misas se van a celebrar en latín, más bien, indicó, el misal oficial sigue siendo el de Pablo VI, de 1970, es decir, el que está traducido en todos los idiomas, “pero ahora el Papa, con el afán de tender puentes, de acercar más a estos hermanos, él habla de que se permite con esto el que sigan celebrando los que gusten con el misal que editó Juan XXIII en 1962, este es el punto, destacó el arzobispo de Xalapa.

A pregunta sobre si eso no le da la razón a Marcel Lefebvre, conocido como el arzobispo disidente, dijo que no, porque el Misal es el mismo, el rito romano es antiquísimo, ha habido en ciertas épocas donde se juntan nuevas oraciones y se hace como una nueva edición, el último había sido de San Pío V que fue del Concilio de Trento.de 1570 y tantos. Es decir, es el mismo, nada más con ciertas reformas.

También puntualizó que el Papa Benedicto XVI hace una observación interesante, dice que el Misal que promulgó Juan XXIII en 1962, la primera etapa del Concilio Vaticano II, nunca fue derogado, y precisamente esto es una concesión.

Por eso, insistió, el intento del Papa es decir: el misal oficial, la traducción, es el de Pablo VI, pero ahora por la autoridad que tiene y para lograr más la comunión con los seguidores de Lefebvre, “creemos que se concede esto porque es un misal que nunca se derogó, es el mismo rito latino aunque en una versión anterior”.

A pregunta sobre si el latín se sigue impartiendo en el Seminario en toda la carrera del sacerdocio, Reyes Larios consideró que en eso va a tener ahora que volver un poquito más, hasta antes del Concilio Vaticano Segundo todo se estudiaba latín, se estudiaban cinco años de latín y las clases de Filosofía las daban en ese idioma porque para pasar tenían que hablarlo y entenderlo.

Sin embargo, dijo, las generaciones posteriores sólo estudiaban solamente dos años latín. Y hasta la fecha nada más estudian esos dos años, porque como luego no se practica porque las clases son el español, ya no se usa el latín, se ha conservado pero por muy poco tiempo porque ahora “nosotros batallamos para traducir y ya no digamos para hablarlo.

Mencionó también que el griego es también indispensable porque el Nuevo Testamento está en griego, así también el latín es indispensable porque en la Santa Sede, sigue siendo la lengua oficial.

Además, indicó, una persona que sabe latín y griego tiene una base cultural muy amplia.

Entonces, se le preguntó si en su opinión tendría que implantarse nuevamente esos idiomas, latín y griego en el Seminario como antes estaba es decir, los cinco años, el arzobispo respondió que más bien se tiene que acentuar, darle un poco más de importancia, no se trata de que todo mundo hable latín porque estamos en otra realidad.