Los ciudadanos necesitan espacios de diversión sana, afirmó el obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, tras destacar que un casino en Yanga podría volver a las personas adictas a las apuestas y hasta abonaría a la inseguridad.
Advirtió que la adicción a las apuestas puede mermar sus de por sí pocos ingresos, llevarlos a pensar en robar o llegar a desintegrar familias, por lo que consideró que sería mejor que el Gobierno municipal invirtiera en obra deportiva y espacios de sano esparcimiento para la población.
Dijo que si bien la Secretaría de Gobernación ha permitido estos establecimientos, se debe verificar el reglamento de Veracruz en ese aspecto y verificar si al igual que los bares, no pueden existir casinos cerca de escuelas o iglesias.
Asimismo, explicó que se acercan familias angustiadas porque papá, mamá o algún hijo es adicto a los juegos de azar y dejó en claro que una cosa es jugar sin ningún interés monetario y otra apostar.
“Tenemos en la ciudad de Córdoba y en otros municipios algo así, ya existen y no dejan de ser un peligro para las familias. Esperamos que no se convierta en un especie de centro donde también acudan los que van a hacer venta de psicotrópicos”, expresó.
Por último, destacó que se tendría que analizar la seguridad en la zona, tomar precauciones y los habitantes del lugar son quienes deben abundar sobre el tema.