El obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, pidió a los mexicanos no caer en la trampa de “quien amarra navajas”, en la trampa de la división, de la venganza, de la confrontación y del odio.
"Hoy más que nunca nos toca a los cristianos en este mes de la patria tener la bandera de la reconciliación. Nos toca reconstruirnos, ayudarnos, superar los paternalismos, dejar atrás el uso de los pobres, de la venganza, de la descalificación de los que no piensan igual; urge la unidad, el perdón, la armonía, el escucharnos y trabajar por el bien común".
Añadió que el creyente tiene que poner en práctica el perdón para ser una mejor nación.
“Debemos mediar las relaciones, tener sanas relaciones y es que tenemos que reconstruir, resolver el conflicto en un sano diálogo”.
Indicó que hay cosas que se quedan en la memoria pero no podemos estarlas trayendo a cada rato al recuerdo como si fuera el mismo momento.
"Hoy nos toca ir sanando las heridas en el matrimonio, en la familia, en el trabajo, en los grupos religiosos, en el mundo".