Ocupa Coatzacoalcos primer lugar en la entidad en obesidad infantil: DIF Municipal

El puerto de Coatzacoalcos ocupa el primer lugar estatal en obesidad infantil, lo que aumenta la posibilidad de que en su madurez, adolescencia e incluso, en la actualidad los menores sufran de enfermedades crónico-degenerativas.

Tras un estudio realizado, se diagnosticó a 60 niños porteños con sobrepeso con altos índices de glucosa, triglicéridos y colesterol “que representan una prediabetes”, informó el DIF de Coatzacoalcos, a través de la directora de salud, Gabriela Segovia.

Lamentó también que en esta ciudad de cada tres niños uno es obeso, lo que pone en estado de alerta a las dependencias de salud, pues más adelante esto significará una suma millonaria para atender las enfermedades causadas por el denominado “mal del siglo”.

La especialista manifestó que tanto en la Secretaría de Salud como en las familias recae la responsabilidad de llevar una vida sana, pues los padres deben estar muy pendientes de la alimentación que tiene el menor fuera y dentro del hogar.

“Muchas veces la alimentación que llevan no la más adecuada por las actividades de los padres de familia, es muy importante no sobrealimentarse pero tampoco desnutrirse”, estimó la galena.

En este sentido, suplicó a los padres de familia a obligar a sus hijos a realizar una actividad física, a no consumir bebidas azucaradas, pero también a recibir atención de primer nivel de forma periódica.

No hay maestros de educación física

Aunque desde el 2013 el gobierno de México dispuso una serie de medidas para prohibir la venta de comida chatarra y eliminar los productos no saludables en las tiendas de las escuelas de preescolar, primaria y secundaria del país, las cooperativas escolares infringen esta determinación ocasionando, en gran medida, que al menos un 60 por ciento de los estudiantes padezcan obesidad.

Perfecto Gutiérrez Sibaja, supervisor de Educación Física 55 federalizado, informó que esta enfermedad se encuentra extendida en las escuelas urbanas principalmente, contrario a lo que sucede en las rurales, donde solo un 10 por ciento de alumnos la padecen.

“Las cooperativas obtienen su mayor ganancia a través de la venta de comida chatarra y aunque está prohibido, siguen vendiendo, están renuentes porque económicamente no les conviene dejar de vender”, aseguró el profesor.

Aunado a ello, las instituciones no cuentan con los suficientes docentes de educación física; el 90

en escuelas primarias y el 40 por ciento en preescolar carecen de ellos, “desafortunadamente no contamos personal, aquí tenemos a 12 maestros en preescolar que es el menos atendido y en primaria no logramos cumplir la demanda”, admitió.

Es tanta la carencia que un maestro tiene que repartir sus 19 horas asignadas en tres escuelas diferentes, a fin de que los niños puedan ejercitarse, pero en aquellos planteles donde la educación física no es impartida por un especialista se realizan cursos de activación, aunque la mayoría de “maestros de aula”, desisten de aplicarlos.

Tampoco hay infraestructura o material para practicar deporte y los padres de familia son los que tienen que aportar para la compra de balones o de redes de futbol, entre otros.

Atribuyó el aumento de los casos de obesidad, además de los malos hábitos alimenticios, a la adopción de formas de vida sedentarias, ya que actualmente los niños prefieren pasar su día frente a un smartphone, Ipad, computadoras y televisión, que salir a caminar o correr.

Por la falta de acceso a la tecnología, la problemática disminuye en la zona agrícola, donde los niños caminan para llegar a sus escuelas, visitan sus parcelas, juegan a la hora del recreo, nadan en los ríos y juegan con sus animales.