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Sección: Estado de Veracruz

Oran en el Jueves Santo por quienes han sufrido el embate de la violencia

- Arzobispo Hipólito pidió porque las elecciones se lleven en un clima de paz y por la tranquilidad en el estado

- Celebró la eucaristía con la que se inicia el triduo pascual de la pasión, muerte y resurrección de Cristo

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 05/04/2012

alcalorpolitico.com


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Este jueves, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, celebró la eucaristía con la que se inicia el triduo pascual de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Evoca la última cena donde Jesús, al saber que iba a morir, compartió el pan y el vino con los apóstoles, estableciendo así la eucaristía.

Al inicio de la celebración, el arzobispo pidió por quienes están en prisión, por los ancianos abandonados, por los huérfanos. Sin embargo, resaltó orar porque las elecciones se lleven en un clima de paz y tranquilidad, así como por la paz en el estado.

“Particularmente por aquellos que han sufrido el embate de toda esta violencia que todavía seguimos teniendo en nuestro país”.

Reyes comentó que el lavatorio de los pies, recuerda la humildad y gran amor de Jesús a los discípulos, que hagan acciones de servicio recíproco donde se haga presente el amor de Cristo hacia los suyos.

La ceremonia inició con la recepción de los santos óleos, el santo crisma y el óleo de los enfermos. Los tres están constituidos por aceite de oliva, así como de perfume de jazmín, rosa y nardo. El más importante es el santo crisma porque es el que se consagra.

En la primera intención se habla de la pasión e inmersión en el misterio pascual con la purificación que se relaciona con el rito del bautismo. El acto de servicio y humildad significa el amor de Cristo que ha venido a servir.

“Es una invitación para todos los que llevamos la autoridad o el liderazgo para mantenernos siempre serviciales con quienes son nuestros colaboradores o gobernados”.

Posterior a su homilía, el arzobispo llamó a los hombres que simbolizaban los 12 apóstoles para recordar el lavatorio de pies. Ahí de rodillas, lavó a tres de ellos el pie derecho, como símbolo de humildad, tal y como lo realizó Jesús en la Última Cena.

El lavatorio de pies, es una costumbre antigua para recibir a los huéspedes como signo de bienvenida y descanso. Esto pasó a los monasterios como símbolo de humildad y servicio.

Finalizó diciendo que la ceremonia concluye con la colocación de un altar, por ello la gente realiza la Visita de las Siete Casas, para adorarlos y recordar así el camino que transitó Jesucristo antes de ser crucificado.