Por la manifestación de taxistas en el Palacio Municipal de Orizaba durante la visita del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, todos los accesos al edificio fueron cerrados y decenas de personas quedaron adentro sin que los dejaran salir, incluso una pareja que se iba a casar tuvo que esperar a que les permitieran el acceso y algunas actas que se tramitan en el Registro Civil fueron entregadas pero en la puerta, tras las rejas.
Debido a que los ruleteros protestaron la mañana de este jueves, las puertas comenzaron a ser custodiadas por los policías municipales, a fin de buscar por dónde sacar al mandatario estatal del Palacio Municipal.
Así, llegó un momento en que no dejaron ni entrar ni salir a la gente, a pesar de que muchos tenían otros asuntos que atender como acudir en cierto horario a inscribir a sus hijos, pagar el parquímetro para que no les colocaran la “araña”, ir a cuidar enfermos, gente que venía de otros lares para pagar su predial y que habían destinado este día para hacerlo no pudieron, pues la respuesta de parte de los elementos era que regresaran en dos horas.
De igual forma, una pareja que arribó a este edificio desde las 9:30 horas para casarse no pudo ingresar hasta las 10:50 horas y por ende, su momento tan esperado se retrasó.
De hecho, personal del Registro Civil acudió a la puerta hacer entrega de actas que se habían solicitado y que urgían a la población para poder hacer diversos trámites.
A pesar de que el mandatario estatal se retiró del Palacio Municipal de Orizaba a las 10:00 horas y que no atendió a los taxistas, los accesos a este edificio continuaron cerrados esta mañana.
Ante esta situación la población lamentó que ahora el Gobierno que quería llegar al poder y que presume estar con los que menos tienen, ahora no los atienden.