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Sección: Estado de Veracruz

Pandemia dispara contaminación plástica

Más del 70% de plásticos usados en contingencia terminarán en vertederos o el océano

Miguel Valera Xalapa, Ver 03/05/2021

alcalorpolitico.com


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De acuerdo con un informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la organización no gubernamental Azul, desde el año pasado el uso de plásticos se ha disparado de manera asombrosa, no solo miles de millones de mascarillas, pero también guantes, desechos médicos y empaques de comida para llevar.

Su aumento ha sido tal que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países, y, si no se toman medidas, más del 70% de este plástico terminará tirado en océanos y vertederos, y hasta un 12% será quemado causando contaminación y enfermedad en las zonas más vulnerables del planeta.

De acuerdo con el estudio En estado de negligencia: El impacto de la contaminación plástica en la justicia ambiental, la contaminación plástica, un flagelo que está siendo exacerbado por la pandemia, afecta principalmente a las personas más vulnerables y marginalizadas y a las comunidades que viven o trabajan cerca de los sitios de producción y desecho de este material.



“La pandemia también podría revertir cualquier progreso realizado en la reducción del consumo de plástico de un solo uso, con un aumento asombroso en el uso de desechables como mascarillas y protectores faciales, guantes, botellas de desinfectante para manos, trajes médicos protectores, kits de prueba, recipientes para llevar comida, empaques de entrega y muchos otros productos que se han vuelto omnipresentes”.

El documento elaborado por PNUMA y Azul expone que las ventas globales de mascarillas desechables habrían alcanzado unos 166 mil millones de dólares en 2020, un aumento de 200 veces en comparación con el año 2019, cuando se vendieron 800 millones.

Además, se han incrementado en todo el mundo los desechos plásticos y médicos, llegando a colapsar los sistemas de reciclaje existentes en algunos lugares. “En Singapur, durante un cierre de ocho semanas, se generaron 1,470 toneladas adicionales de desechos plásticos solo a partir de envases para llevar. En Wuhan, China, los desechos médicos aumentaron seis veces a 240 toneladas por día durante la pandemia, sobrecargando la capacidad de incineración de la ciudad de 49 toneladas diarias. Un solo hospital en Jordania produjo diez veces más desechos médicos por día, con solo 95 pacientes de COVID-19, de lo que normalmente produce. En Teherán, la capital iraní, los desechos médicos de los hospitales aumentaron entre el 17.6% y el 61.9% durante los primeros meses de la pandemia”.



Los especialistas detallan que la pandemia se ha visto como una oportunidad para impulsar el consumo de plásticos de un solo uso, mientras que las medidas de confinamiento han reducido drásticamente la demanda de petróleo y, como resultado, el costo de producir plásticos vírgenes puede ser menor que el de los materiales reciclados. “Esto tiene un doble efecto negativo, ya que aumenta la producción de nuevos materiales plásticos y puede hacer que las instalaciones de reciclaje ya no sean económicamente viables. Por ejemplo, una instalación de reciclaje en Portugal ha visto caer sus ingresos hasta en un 40% desde que comenzó la pandemia”.

“Estos mismos efectos también se sintieron en California, Estados Unidos. En un esfuerzo por contener la propagación de la contaminación por COVID-19, el estado suspendió la prohibición de las bolsas de plástico durante sesenta días a partir del 22 de abril de 2020. El objetivo de la prohibición era reducir el riesgo de exposición al COVID-19 para trabajadores que realizan actividades esenciales, como manipular bolsas de comestibles reutilizables o envases reciclables”.

“Los impactos de la suspensión temporal tuvieron impactos negativos en la producción y reciclaje de bolsas plásticas y empaques. De manera similar a lo que sucedió en Europa, los fabricantes en Estados Unidos rápidamente volvieron a usar resinas 100% vírgenes, ya que cuestan menos que las resinas recicladas. En el sudeste asiático, los recicladores tuvieron que reducir sus precios en un promedio del 21%”.



El informe también señala que el cierre global también ha afectado severamente a los recicladores más vulnerables, porque en muchos casos estas personas ya no pueden vender materiales reciclables, ya que la mayoría de los depósitos de chatarra y otros negocios que los compran han estado cerrados durante meses.

“Si las cifras históricas indican el futuro, menos del 10% de los plásticos utilizados durante la pandemia se reciclarán alguna vez, y más del 70% llegará a los vertederos o al medio ambiente. Como el COVID-19 puede sobrevivir en superficies plásticas hasta tres días, esto plantea preocupaciones adicionales por la contaminación humana por desechos plásticos”.

Los plásticos son persistentes, parte de su atractivo cuando fueron creados, pero también una de sus peores cualidades, explican los expertos de PNUMA y Azul. “Cuando se desechan, no se descomponen ni se asimilan mediante procesos biológicos. En cambio, liberan rellenos, como plastificantes, gas y líquido contaminado y se descomponen en pedazos cada vez más pequeños que conservan muchas de sus propiedades originales. Esta persistencia permite que los plásticos se acumulen, no solo en cantidad y volumen, sino también como toxinas y microplásticos en el medio ambiente”.



“Además, la contaminación plástica trasciende las fronteras nacionales, lo que hace que las responsabilidades y estrategias para una limpieza efectiva no estén claras. Combinadas, estas características hacen que la contaminación por desechos plásticos sea un problema considerablemente desafiante, y que va más allá de afectar la salud de nuestras tierras y océanos: tiene un impacto en la salud y los derechos de las comunidades todos los días”, apuntan.