Papantecos superan tragedia de hace 30 años y colocan palo volador en Cerro Grande Escolín

Luego de una tragedia que se suscitó hace más de treinta de años en la comunidad de Cerro Grande Escolín, cuando el palo volador cayó y mató a una persona, los habitantes se organizaron para olvidar estos lamentables hechos y llevaron a cabo la ceremonia para la instalación de un nuevo palo volador.

Para Juan Villanueva, presidente de la asociación civil Tutunakú, la ceremonia ritual de voladores se considera un Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y se quiere seguir preservando entre la niñez y los jóvenes, por lo cual decidieron organizarse para realizarlo, debido a que cuentan con una escuela de niños voladores en su comunidad.

Explicó que había mucho nervio en la localidad, hace más de treinta años intentaron colocar un palo de volador, pero se vino abajo cayendo en la cocina de un kínder matando a una mujer, desde entonces decidieron suspender el ritual.



“En la ceremonia que se hizo se pidió permiso a los dioses totonacas, todo el ritual se hizo como debe ser para honrar a nuestros antepasados, no hubo grúa ni nada por el estilo, todo fue de manera tradicional”, destacó Juan Villanueva.

Por último, invitó a la población para el próximo jueves 25 de julio, en la comunidad de Cerro Grande Escolín, a celebrar a su santo patrono Santiago Apóstol, para lo cual los niños voladores habrán de volar por primera vez, así como otras actividades.