Periodistas viven una situación de vulnerabilidad en todo el país

El periodismo veracruzano enfrenta los mismos problemas de otra entidad; sin embargo, lo que se nota es un nivel de descomposición alarmante, señaló Andrés Solís.

La Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, organizó un curso sobre la autoprotección para los periodistas con la participación de Andrés Solís Álvarez, quien señaló que es importante contar con una capacitación constante para los integrantes del gremio, sobre todo porque actualmente enfrenta vulnerabilidades, ya que ni siquiera la ley de profesiones la considera como tal.

En este sentido, dijo que son pocas las empresas que brindan este elemento fundamental, de ahí empieza la vulnerabilidad del periodista, sobre todo en el ámbito profesional.

“Súmale a eso cuánto nos pagan, cuántos nos dan seguro de vida, seguro de gastos médicos, IMSS, Infonavit. Cuántos pagamos la grabadora, las pilas, los pasajes, las libretas, cuánto gastamos diariamente haciendo nuestro trabajo que a ellos les genera un ingreso”.



El ponente destacó que en la Ley Federal del Trabajo, el periodista es visto sólo como un oficio con un salario mínimo profesional demasiado bajo. Un error que cometen los periodistas es aceptar estas condiciones por miedo a quedarse sin trabajo.

En el tema de la protección, afirmó que la responsabilidad de los periodistas es cuidarse a sí mismos, hacer coberturas seguras para poder cumplir con el trabajo, lo cual implica el derecho a negarse a realizar alguna nota para protegerse.

“Hay que romper ese mito que hay que hacer cualquier cosa para obtener la nota. Ninguna nota vale la pena y cuando tu editor te diga puedes decir -yo no voy- porque primero está tu propia seguridad”.



Afirmó que si el gremio periodístico sufre una “devaluación”, es porque los mismos periodistas así lo han permitido, ya que compiten entre sí por sus propios egos, en lugar de apoyarse entre sí. Esto es aprovechado por las empresas; así como por los políticos.

Sobre el panorama en Veracruz, mencionó que enfrenta los mismos problemas de otra entidad; sin embargo, lo que se nota es un nivel de descomposición alarmante, lo cual no quiere decir que sea el más lastimado en cuanto a la libertad de expresión.

“En Veracruz es barato matar periodistas, nadie va a la cárcel”.



Lamentó que se viva un ambiente donde se encubre la verdad, donde impera la impunidad, así como la inacción del Gobierno.

“El periodismo más seguro es el que se hace bien. No robas la nota, no manipulas la información, no andas de corre ve y dile. Cuántos periodistas realmente hacen eso, cuántos periodistas documentan los hechos, cuántos periodistas dejan de estarle preguntando al político, oiga usted qué opina de tal”.

Por ello, expresó que cuando se trascienda del periodismo de declaración para hacer periodismo de hecho y de datos, se podrá contrarrestar la autocensura.



El periodista señaló que durante el periodo de Carlos Salinas, el famoso “chayo” se institucionalizó, al facturarlo y convertirlo en gastos de publicidad y a los periodistas los volvieron publirrelacionistas. Añadió que cuando ya hay un compromiso comercial, ya hay una condición ideológica del medio.

“Si tú no estás de acuerdo en lo que factura tu medio, qué haces ahí”, cuestionó.

Para las nuevas generaciones, Solís indicó que hay materias como autoprotección y protección de valores éticos que no se contemplan en la currícula de ninguna escuela, lo cual seguramente brindaría mejor preparación profesional para los periodistas.



“La ética se inicia desde casa, si no te enseñaron que robar no es correcto, no esperes que tengamos un periodista honesto que no recibe chayo porque en su casa le dijeron que estaba bien. Hay muchas cosas que ver. Pero cada vez la brecha entre la academia y la vida profesional es más larga”.

Finalmente, aseguró que la unidad es la forma más segura de protegerse, aún del gobierno.