En el municipio de Perote, que se encuentra en luz amarilla (riesgo medio) en el Semáforo Epidemiológico COVID-19, se permitirán, con motivo de la Semana Santa, oficios religiosos presenciales.
Además, se impone la “Ley Seca” del 1º al 4 de abril, lo que implica la prohibición de venta y consumo de bebidas alcohólicas.
El Ayuntamiento que preside Juan Francisco Hervert Prado, autorizó que las tres parroquias de la cabecera municipal, “San Miguel Arcángel”, “Fátima” y “Sagrado Corazón de Jesús”, abran sus puertas a la feligresía.
Aunque deberán acatar las medidas que dispusieron la Secretaría de Salud y la Dirección Municipal de Protección Civil, tales como aplicación de gel antibacterial al ingreso a los templos, uso obligatorio de cubrebocas y la permanencia de dos personas por banca.
Además, se exhorta a los adultos mayores a quedarse en sus casas y a los feligreses a abstenerse de llevar niños a las celebraciones religiosas.
Además, las procesiones quedan restringidas y sólo habrá traslados y recorridos el Domingo de Ramos; Jueves Santo para el traslado del Santísimo Sacramento; Viernes Santo para el Viacrucis y la Procesión del Silencio; y el Sábado Santo para la Vigilia de Pascua.
Por lo que se pide a la población no integrarse a los grupos organizadores de los traslados y recorridos y sólo esperar a verlos desde sus casas.
Debido a que el municipio reporta 362 casos acumulados de COVID-19, un total de 99 defunciones y 59 casos sospechosos, el Ayuntamiento decretó la “Ley Seca” por cuatro días, a partir del 1º de abril, con la finalidad de salvaguardar la salud de los habitantes de Perote durante la Semana Santa.