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Sección: V?a Correo Electr?nico

Pésimo servicio y mal trato en la clínica del ISSSTE Xalapa, por trámite de vacunación

La enfermera les hizo dar vueltas pidiendo requisitos que no habían especificado

30/03/2012

alcalorpolitico.com

Buen día:

Absurda negativa para vacunar a menor recién nacida en el ISSSTE

A través del presente permítame compartirle una desagradable experiencia sufrida por el suscrito, mi esposa y mi menor recién nacida, en la clínica del ISSSTE de esta ciudad capital.

El día miércoles 28 de marzo del año en curso, acudimos a la unidad médica referida a efecto de que a mi menor recién nacida, le fuera efectuada la prueba denominada “Tamiz neonatal del hipotiroidismo” y en su caso, le aplicaran dos vacunas: BCG y HB (Hepatitis B).

Al arribar al consultorio de vacunación en punto de las 16:00 horas –cito al interior de dicha clínica–, nos dirigimos a la única puerta abierta, donde una persona de complexión media, piel apiñonada, estatura 1.65 aproximadamente, de lentes, al parecer con funciones de enfermera, se encontraba sentada atrás de un escritorio revisando unos papeles.

Inmediatamente, mi esposa frente a ella procedió a sacar de su bolsa el carnet de mi menor y saludándola con el clásico, buena tarde, intentó expresarle a la supuesta enfermera la razón de nuestra presencia en dicho nosocomio, siendo interrumpida de manera grosera, pues sin contestar el saludo ni mirarle la cara, le dijo: “siéntese por allá y luego le llamo, porque antes de usted ya había llegado gente”.

Ante ello, quien esto expone, se dirigió a la fémina en mención y le pregunté ¿ya sabe a qué venimos?, contestando de manera hostil: “sí claro todos vienen a lo mismo y no me interrumpa porque estoy contando y me distraigo, ya le dije que luego le llamo…”

Después de media hora, dicha servidora pública de forma prepotente y sin levantarse de su silla, expresó: “Pase para acá”, señalando hacia el consultorio en que supongo harían la prueba y aplicarían las vacunas y justo antes de ingresar, exigió: “deme el acta de nacimiento”, a lo que respondí que no la traía pues en ningún momento me habían dicho que fuese requisito para ello, pero que la iría a traer a mi vehículo donde la traía dentro de un fólder.

Es importante señalar que previamente, al momento de afiliar al ISSSTE a la menor, fue aportada copia del acta de nacimiento para dicho trámite, de tal suerte que al interior de la clínica dicho documento ya obra.

Una vez que volví con el original del asentamiento de nacimiento, la misma enfermera comentó: “…ahora le falta el certificado médico de la menor…”, refiriéndole el suscrito que ello no lo había mencionado, ya que sólo había pedido su acta de nacimiento, preguntándole para qué requería ese documento, contestando de manera cíclica y sin precisión: “… eso es un requisito y sin él no le puedo hacer el tamiz ni tampoco le pondré sus vacunas”.

Pese a reiteradas solicitudes, en las cuales le rogué que por lo menos le aplicaran las vacunas, la mujer en cuestión, rotundamente se negó, argumentando que la falta del famoso certificado médico le impedía aplicarle las vacunas y realizarle la prueba del tamiz a mi hija.

Enfadado por lo expuesto, mi esposa y yo decidimos retirarnos dirigiéndonos a un pediatra para la aplicación de las vacunas.

Lo ocurrido esa tarde de lluvia intensa, con mi esposa recién operada y una recién nacida en brazos, lo pongo de su conocimiento como de sus lectores a efecto de que sea la opinión pública la que califique este tipo de conductas, que a mi criterio son antiprofesionales y por ende, carentes de ética además de alejadas de la legalidad.

Concluyo el presente, como es de inferirse, expresando mi rechazo a este tipo de conductas las cuales evidentemente son injustas, desde luego que por gusto de esa enfermera que denigra su trabajo, mi menor hija no haya recibido por lo menos, sus vacunas BCG y HB (Hepatitis B), las cuales son un derecho de cualquier persona y su aplicación es universal, es decir, para todo público, derechohabiente o no, sin que dicho otorgamiento se encuentre sujeto a restricción alguna.

Debo aclarar, que si no me dirigí a las instancias internas del Hospital citado, fue porque seguramente mi queja sería archivada por hallarse sustentada únicamente en el testimonio propio y de mi esposa, sin contar con mayores elementos de convicción que me permitan demostrar que lo expuesto fue efectivamente lo ocurrido. Aunado a que seguramente la enfermera descrita ni siquiera sería sujeta a un llamado de atención por parte de sus superiores.

Agradeciendo su fina atención, me despido quedando a sus órdenes.

Atentamente

Mtro. Eleazar Graillet González