Pide que se investigue a la jefa de Recursos Humanos de la SEDARPA

A la opinión pública de Veracruz

El servicio público no debe ser jamás una cómoda forma de garantizar un cheque, de asegurar una carrera ni de ganar prebendas y canonjías. Pero quienes nos dedicamos a lo que se llama (a veces despectivamente) la labor burocrática, entendemos que nuestro trabajo es buscando siempre el beneficio de los contribuyentes, de todos y cada uno de los veracruzanos, que son quienes mantienen nuestras fuentes de ingresos, y no los titulares de las dependencias ni sus subalternos.

Por ello, consideramos que nuestro valioso trabajo merece consideración y dignidad, y la seguridad que tengamos en el empleo debe depender exclusivamente de nuestro desempeño, talento y experiencia, jamás de la apreciación personal o facciosa de quienes, al igual que nosotros, ocupan un puesto en beneficio de la comunidad y no de sus bolsillos.



Los trabajadores de la SEDARPA, como es ya bien conocido, hemos venido señalando en los medios (los que han tenido la apertura para hacerlo) que la administración del actuar titular, Manuel Martínez de Leo, a raíz de la designación de Ana Elena Portilla Palacios como jefe de Recursos Humanos de la dependencia. Nunca en todo el tiempo que hemos servido a los veracruzanos desde esta trinchera, se habían dado situaciones como las que hemos padecido, y menos en tal cantidad.

Sería largo relatar prolijamente, pero como ya lo hemos señalado, incluyen acosos, castigos, despidos, recategorizaciones sin sustento, descuentos y bajas injustificadas de salario. Lo peor de todo es que ante estas arbitrariedades, la respuesta del STSPEV fue una increíble y cortesana muestra de apoyo a la funcionaria y no a los trabajadores.

Entendemos que la licenciada Portilla llegó al cargo como un favor a su padre, quien ocupa la titularidad del ORFIS del Estado, pero ello no le da el derecho a enemistar a la base trabajadora de la Secretaría con los empleados de confianza y los titulares de las direcciones y subsecretarías, al pasar por encima de los derechos laborales de quienes realmente hemos construido lo que se ha hecho en estas administraciones para favorecer a amigos, parientes y aviadores. No lo decimos ni por coraje ni por antipatía con esta persona, los hechos ahí están y pueden ser verificados en cualquier momento por la Contraloría del Estado o por cualquier otra dependencia.



Sabemos también que es año electoral y que tal vez la licenciada Portilla piense que su descarado activismo con tiempo, personal, material y recursos de la dependencia serán agradecidos, pero consideramos que flaco favor le hace a la administración del doctor Duarte, especialmente en momentos tan delicados como los que se viven, y en donde la imparcialidad y limpieza del manejo de recursos se hacen un imperativo del Gobierno del Estado. Una investigación de la FEPADE creemos que encontraría suficiente material por este flanco para crear un problema serio e innecesario para la administración actual.

Exigimos una investigación a la jefatura de Recursos Humanos de la SEDARPA, para que su cargo deje de ser patente para irregularidades, que cada uno de los casos de los compañeros injustamente cesados o afectados en su base y prestaciones sea revisado, con el apoyo y asesoramiento sindical necesario, y que se reinstale la armonía entre la base trabajadora y las autoridades, que durante muchos años ha garantizado el buen funcionamiento del sector fomento de nuestro Estado y de acuerdo a los resultados se decida si debe o no ser cesada del cargo. Así mismo, se realice una encuesta anónima a los empleados de la SEDARPA por parte de la Contraloría General, para comprobar el ambiente laboral, dado que existen muchos compañeros callados por miedo a represalias.

Quienes ocupan un puesto directivo, suelen hacerlo por unos años, a lo máximo seis, tal vez con suerte un poco más. Después pasan a otro cargo, en otro sector, y no vuelven a mirar atrás. Quienes laboramos todos los días haciendo de nuestro servicio público la carrera de nuestras vidas, aspiramos a que tanto nuestra dependencia como el Estado sean un mejor lugar gracias a nuestra labor.



Usted estimado contribuyente, ¿Qué opina de esta situación que padecemos ciudadanos como ustedes, a quienes esta vez nos tocó la mala suerte de ser víctimas de influyentismo y que hemos sido ignorados por nuestras autoridades? Y a las autoridades correspondientes: ¿Qué esperan para actuar?


Atentamente



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