Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y con su amenaza de tomar medidas drásticas en los mercados del país, el presidente de la Cámara de las Industrias Azucarera y Alcoholera, Manuel Enríquez Poy, propuso buscar nuevos horizontes en la comercialización del azúcar en otros mercados, pero también exigió al Gobierno Federal, “fajarse los pantalones”.
Expuso que desde diciembre del 2014 Estados Unidos prácticamente echó abajo el Tratado de Libre Comercio “y estamos a expensas a lo que ellos decidan”, y que no es posible que entre lo que se produce de jarabe en México y lo que se importa, ascienda a 1.5 millones de toneladas de jarabe de alta fructosa cada año, mientras que Estados Unidos sólo permite importaciones de 870 mil toneladas de azúcar mexicana.
En entrevista, el también director general del Grupo Machado, llamó a retomar lo más puro de la esencia nacionalista, con miras a que aprendamos a que no sólo es gritar “Viva México” con una pelota de fútbol, sino trabajar con México, y si el presidente Donald Trump toma decisiones, como aparentemente lo ha anunciado: “creo que tenemos un gran potencial para defender la verdadera soberanía nacional, que desafortunadamente tanto se ha entregado a ellos”.
Para ello, pidió a los gobernantes “del color que sean, del partido que sean”, considerar que “primero está el país y después los intereses personales”.
El problema está que mientras no se trabaje para defender la mexicanidad, “estaremos jodidos”.
Llamó al Gobierno a replantear los objetivos como país, y denunció que muchos, a los que llamó funcionarios de “cuello blanco”, han sacado su dinero del país y lo han invertido en el sector azucarero de Estados Unidos; “y eso no se vale”.
El empresario recalcó a que se deben buscar nuevos horizontes y forzar al Gobierno Federal a que se “faje los pantalones”, en el sentido más estricto y demostrar que se tienen armas para defender al sector azucarero, como es evitar que entre más alta fructosa y aprovechar los buenos precios que existen en los mercados mundiales.
Al preguntarle cual es el futuro de la Industria Azucarera Mexicana, respondió que “muy bueno” porque los precios del azúcar en los mercados mundiales han mejorado, pero donde se tiene que trabajar mucho es en los costos de producción, tanto en el campo como en las fábricas, tomando en cuenta el grave daño que causó el “gasolinazo”, donde se tuvieron que incrementar las tarifas de fletes y cosecha.
Comentó que en donde ha bajado el precio del azúcar ha sido en el mercado nacional, ya que en los últimos siete meses se vende el bulto a bordo ingenio a 615 pesos y en los centros comerciales esta por arriba de los 700.
Es ahí, dijo, donde el Gobierno debe tomar cartas en el asunto, siendo los intermediarios los “ganones”, por falta de una regulación de precios.
Finalmente, informó que en este momento las exportaciones que hace la industria azucarera mexicana, tanto a los Estados Unidos como a los países europeos, es de 1.6 millones de toneladas de este endulzante y el diferencial de entre un mercado y otro es de siete u ocho centavos la libra, siendo mejor el mercado de Estados Unidos, por el incremento del precio del dólar.
Por eso, llamó a algunos industriales que se niegan a exportar y solo venden su azúcar al mercado doméstico, a que entren a exportar, porque es la mejor forma de desahogar el mercado nacional, de lo contrario “esto nos llevará a un caos”, dijo.