Piden estudiantes de la Unidad de Humanidades-UV el cese de amenazas por parte de la Rectoría

Alumnos de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana demandaron un alto a las amenazas por parte de la Rectoría de que serán dados de baja si no abandonan el proyecto del “Comedor Autónomo Universitario” en el que voluntariamente participan.

También pidieron el reconocimiento del espacio como “autónomo”, que se les garantice la seguridad en las instalaciones y para las personas que laboran en el comedor autónomo; y tres: la liberación del servicio social de los jóvenes voluntarios, pues de esta manera lograrán el correcto funcionamiento y permanencia del proyecto denominado “Comedor Autónomo Universitario”.

Canek (así se identificó), estudiante de la facultad de Humanidades, aseguró que en los últimos días se está acosando a los voluntarios del comedor autónomo, por lo que refirió que las demandas que ellos hacen son específicas y tienen el único propósito de que el proyecto, que da la oportunidad de dotar de alimentación a los alumnos de la unidad de humanidades desde hace tres semanas, se quede de forma permanente.

Entrevistado, recordó que durante año y medio el espacio que hoy se utiliza para el funcionamiento del Comedor Autónomo, era utilizado como bodega para sillas rotas, pero ahora que se ha acondicionado para un proyecto sin fines de lucro, resulta que ya está concesionado y se instalará la empresas “Café-Tal”.

Dijo que el dotar de alimentación al costo no es un proyecto improvisado, mucho menos nuevo, pues como tal, -detalló- se empezó a gestar desde hace 7 años con la idea de “comida comunitaria”, con el que se busca quitarle el “lucro” a la alimentación, pero “ahora para vencer las necesidades de alimentación tan grandes que tenemos se generó el comedor autónomo universitario”.

Enfatizó que con este proyecto no se busca obtener ningún recurso económico de la Universidad Veracruzana, ni de ninguna institución, “es un proyecto autofinanciado y auto gestionado”.

Canek detalló que un grupo de 40 personas se encargan del comedor autónomo y se van rotando para atender a los comensales, pues puntualizó que a los estudiantes una comida les cuesta 12 pesos, que es el precio de la producción, “ya que el proyecto es sin fines de lucro”. Destacó que al desprenderse del lucro se permite generar un ahorro (para los estudiantes que invierten en comida) de 500 mil pesos mensuales.

El estudiante de la Unidad de Humanidades y participante del proyecto del Comedor, dejó claro que no es un proyecto improvisado, hay un estudio previo y un proyecto entregado con anticipación a la Rectoría que fue ignorado.

Destacó que el jueves de la semana pasada recibieron el mensaje de que ya se había concesionado el espacio que ellos ocupan para el Comedor, a la empresa Cafe-Tal y fueron advertidos que este sábado irían a desalojarlos para que dicha empresa se instalara, pero aseguró que el personal que trabaja en Café-Tal, “nada más fueron a asomarse, vieron el espacio totalmente ocupado, pues había muchísima gente, más de cien personas y se fueron”.

Pese a que negó que estén planeando movilización masiva para evitar el desalojo, “es el acceso a la alimentación lo que ha ocasionado el apoyo de todos los compañeros, del sistema escolarizado y abierto, incluso de maestros, esa fue la movilización de apoyo”.

Para finalizar, precisó que los jóvenes universitarios que participan en el proyecto del Comedor Autónomo, en ningún momento se han cerrado al diálogo, “hemos seguido todos los procesos protocolarios que nos han pedido y nos han respondido privatizando desde antes el espacio”.